Edificio institucional de Correos de Chile y el rol social del patrimonio arquitectónico

Por José Abásolo y Félix Reigada

Fuente: El Mostrador 06/10/2020

El permanente y abusivo traspaso de lo público a lo privado, es uno de los elementos detonantes del estallido social del 18 de octubre de 2019. Es por este motivo que invitamos a toda la comunidad a disputar e interpelar la decisión del gobierno de transar como mercancía inmobiliaria el patrimonio arquitectónico perteneciente a todos los ciudadanos.

El pasado viernes 25 de septiembre, la prensa publicó la licitación del proceso de venta del emblemático edificio institucional de Correos de Chile, ubicado en calle Exposición 211, en la comuna de Estación Central. La compañía, a través de una carta dirigida a sus trabajadores, informó la decisión de vender el edificio corporativo, con la aprobación del Ministerio de Transportes. Actualmente, el edificio dispone de seis pisos más dos subterráneos, ocupando una superficie de 22.481 metros cuadrados, además de una ampliación aprobada de 9.740 metros cuadrados.

Uno de los argumentos esgrimidos por la gerencia de la compañía estatal para justificar la venta, es la búsqueda de instalaciones con mejores estándares de seguridad y conectividad al transporte público de los trabajadores, entre otras razones. Estas justificaciones nos parecen, insólitas, falaces e incongruentes.

Es por este motivo que invitamos a toda la comunidad a disputar e interpelar la decisión del gobierno de transar como mercancía inmobiliaria el patrimonio arquitectónico perteneciente a todos los ciudadanos. Finalmente, exigimos al gobierno que se retracte de la venta. Proponemos la denominación de Inmueble de Conservación Histórica o Monumento Nacional, con el fin de desincentivar el acoso inmobiliario de los operadores logísticos vinculados a los grandes grupos económicos del país.

Primero, en términos de su localización, el edificio se encuentra emplazado en un enclave urbano específico, junto a la Estación Central y la Av. Libertador Bernardo O”Higgins, caracterizado por su conectividad a servicios de trenes que permiten combinación con los principales centros urbanos del sur del país, oferta de Metrotren Nos y Rancagua, Metro de Santiago e integración al sistema de buses Red, junto con los correspondientes enlaces a la infraestructura de ciclovías existentes y, finalmente, a la red peatonal en expansión, producto de la acelerada transformación económica del boyante barrio Meiggs.

Segundo, el edificio fue concebido, diseñado y construido por el Departamento de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas, entre fines de los años 60 y principios de los 70. La edificación se caracteriza por un lenguaje arquitectónico que se sustenta en la utilización de una estructura altamente tecnologizada, planteada como un conjunto de elementos soportantes exteriores (exoesqueleto), permitiendo así liberar una gran cantidad de superficie en su interior. Estas disposiciones de diseño son fundamentales para entender los aspectos funcionales como espaciales del edificio. Esto último, constituye el valor arquitectónico, estilístico, simbólico, histórico y político del mismo, representativos también del lenguaje de una época singular de la historia del país.

En este contexto, hacemos un llamado urgente a paralizar el sistemático traspaso de bienes producidos por el Estado, susceptibles de constituir o que ya son parte del patrimonio arquitectónico y urbano del país, a manos de privados. El permanente y abusivo traspaso de lo público a lo privado, es uno de los elementos detonantes del estallido social del 18 de octubre de 2019. Es por este motivo que invitamos a toda la comunidad a disputar e interpelar la decisión del gobierno de transar como mercancía inmobiliaria el patrimonio arquitectónico perteneciente a todos los ciudadanos. Finalmente, exigimos al gobierno que se retracte de la venta. Proponemos la denominación de Inmueble de Conservación Histórica o Monumento Nacional, con el fin de desincentivar el acoso inmobiliario de los operadores logísticos vinculados a los grandes grupos económicos del país. 

Entendemos que la protección del patrimonio arquitectónico es un desafío y, para que cumpla su rol social, exigimos y proponemos que la edificación se reconvierta en parte de la infraestructura cultural de la región Metropolitana y del país, acogiendo las instalaciones del Museo de Arte Contemporáneo y así consolidar un eje cultural que se beneficie de los atributos urbanos de localización descritos, compuesto por: Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, Museo Nacional de Historia Natural, Matucana 100, Museo de Arte Contemporáneo, Biblioteca de Santiago, Galería Metropolitana y Centro Nacional de Arte Contemporáneo Cerrillos, circuito que además cruzaría de manera continua cinco comunas del Gran Santiago.

José Abásolo y Félix Reigada, directores de ariztiaLAB, laboratorio de cultura contemporánea sin fines de lucro, orientado a la construcción de instancias que fortalezcan el ámbito cívico de distintos actores, agrupaciones y comunidades que componen la ciudad.   

* El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.

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