Lanzan las once medidas de la Agenda Urbana

Gracias a ellas, se busca terminar con la segregación social, poner al día la reglamentación y sentar la planificación de ciudades que acojan el crecimiento económico, dice Eduardo Bresciani, jefe de Desarrollo Urbano de la cartera.

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Por Oriana Olivos

El Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) decidió, a través de la elaboración de una agenda, darle un nuevo norte al desarrollo urbano por lo menos en el periodo de la actual gestión de Gobierno. La idea es que de aquí al 2010 se pueda concretar una serie de acciones en pos de mejorar la calidad de vida de la gente que habita los centros urbanos y posicionar a las ciudades como motor del crecimiento en el contexto de la actual economía globalizada.

Darle prioridad a este tema no es casual, argumenta Luis Eduardo Bresciani, jefe de Desarrollo Urbano del Minvu.

«Hoy el 86,6 % de los chilenos vivimos en áreas urbanas y las ciudades están creciendo a un ritmo de más de 4 mil hectáreas al año. Además, hay que entender que en el contexto mundial son las ciudades las que compiten entre sí y no necesariamente los países como antaño».

Con este nuevo enfoque, la cartera busca trabajar en forma integrada, de modo que todos los actores que confluyen en la ciudad puedan coordinarse en las diversas acciones.

Y es en este contexto, dice Breciani, que la agenda de ciudades constituye un eje articulador de todas las políticas que se materializan en el ámbito urbano.

«La idea es que ya no existan más acciones de infraestructura, de vivienda, de regulación del suelo, de planificación urbana o de mejoramiento de barrios en forma independiente, sino que todas tengan coherencia y estén conectadas bajo un mismo paraguas que le dé un sentido a la ciudad».

– ¿Por qué antes no se pensó en una agenda? Así, tal vez, se hubiesen evitado muchos problemas urbanos, como la segregación de la vivienda social o los impactos viales de los proyectos inmobiliarios.

«Lamentablemente, no fue así, pero no es tarde. Esta manera de organizar el trabajo surge del análisis y de la reflexión que estamos haciendo como país, el que también está cambiando, ya que ha pasado de ser un país sólo exportador de materias primas a ser un promotor de la innovación. Y esto ha impulsado a pensar que para desarrollar la ciudad, donde ocurre la innovación, también se requiere de una agenda totalmente distinta».

– ¿Cuáles son los ejes ordenadores de la agenda?

«Si bien la agenda está pensada sólo para este periodo de Gobierno, los objetivos fundamentales que persigue se enmarcan en una visión país que va mucho más allá de acciones de corto plazo. Por eso, la agenda se ordena sobre la base de tres grandes pilares: integración, sustentabilidad y competitividad».

– ¿Qué significan estos pilares?

«El primer eje busca promover la integración de las ciudades, no sólo socialmente, sino también desde el punto de vista de que los beneficios de las ciudades sean iguales para todos sus habitantes. De allí que es clave el hecho de cómo se focalizan recursos a los sectores más pobres y a las zonas urbanas más deterioradas. El segundo, que también atraviesa todas las medidas de la agenda, tiene que ver con hacer más sustentable en el largo plazo el desarrollo de nuestras ciudades, considerando los aspectos económico y ambiental (de qué forma se generan los equilibrios entre ambos). Y el tercer elemento se relaciona con cómo hacemos nuestras ciudades más competitivas. Las medidas de la agenda, además de cumplir con estos elementos, deben promover ciudades cada vez más competitivas y con posibilidades de generar espacios para la inversión privada y el desarrollo económico».

– ¿Cuántas medidas se han propuesto? ¿Son realistas?

«La Agenda de Ciudades (2006-2010) cuenta con 11 medidas divididas en 4 líneas de acción: reforma del marco regulatorio; gestión y planificación urbana integrada; mejoramiento urbano, y recuperación de barrios. Creo que son realistas en los plazos planteados. Además, el país cuenta con las instituciones y los mecanismos legales que permiten que se concreten, así como también con el presupuesto necesario».

Comenta Eduardo Bresciani que si bien todas las acciones de la agenda son importantes, las orientadas a la reforma al marco regulatorio, de las cuales pronto habrá novedades, son muy prioritarias. «No hay que olvidar que la reglamentación data de 1931 y su ajuste más importante se hizo en 1976. Nunca en un periodo democrático», dice.

En la agenda se plantean tres proyectos de ley que van a ser ingresados a trámite este primer semestre y que ya están elaborados.

Así, está en pleno debate un proyecto de ley para la integración social que busca terminar con la segregación habitacional que hasta ahora se ha dado en las ciudades de Chile. También se analiza el aporte solidario del suelo para la vivienda social de todos los proyectos inmobiliarios sin excepción.

«Este es un tema que se está evaluando y del cual pronto habrá noticias. Si todo marcha bien, el déficit habitacional que sufre el sector más vulnerable podría tener solución», afirma Bresciani.

Y agrega:

«La idea es que se realicen los cambios necesarios para que sea una iniciativa que genere amplios consensos. Los otros dos proyectos de ley que se plantean en la agenda buscan incrementar la participación ciudadana en la elaboración y actualización de los planes reguladores. Pero también crear planes comunales de vialidad urbana y en este contexto definir un sistema de aportes obligatorios de todos los proyectos inmobiliarios para mitigar los impactos negativos que generen».

Agenda: las 11 medidas

1.- Proyecto de ley para la integración social (ejemplo: aporte solidariode suelo para vivienda social y límites a la segregación).

2.- Proyecto de ley de planificación urbana (participación ciudadanaen las planificaciones).

3.- Proyecto de ley de impacto vial del desarrollo urbano (aportesobligatorios de todo proyecto inmobiliario, entre otros temas).

4.- Elaboración de planes reguladores en todas las ciudades.

5.- Desarrollo de proyectos urbanos integrales.

6.- Planes de ciudad y coordinación de la inversión pública.

7.- Implementación de grandes avenidas (nueva vialidad para la recuperación urbana y para el mejoramiento del transporte).

8.- Mejoramiento de espacios públicos.

9.- Mejoramiento participativo en calles de barrios vulnerables.

10.- Recuperación de 200 barrios vulnerables.

11.- Rehabilitación de barrios y zonas patrimoniales.

Fuente: Urbanismo y construcción, Ediciones Especiales El Mercurio 24 de mayo de 2007

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