Territorialidad
Diversos autores definen la “territorialidad” como el comportamiento característico de las personas mediante el cual logran un determinado nivel de identificación, control y dominio, efectivo y/o simbólico, sobre un determinado entorno (Canter, 1977). En términos operacionales, estos dominios territoriales se clasifican en cuatro escalas, según el tipo de control que se ejerce sobre ellos, conjuntamente con las responsabilidades asumidas por los distintos agentes en su configuración (Hamdi, 1984). Estos son: El dominio público (…) El dominio semi-público (…) El dominio semi-privado (…) El dominio privado.
KLIWADENKO, Iván. Propuesta y aplicación. Modelo interpretativo de la conducta espacial. En: HARAMOTO NISHIKIMOTO, Edwin; MOYANO D., Emilio y KLIWADENKO T., Iván. Espacio y comportamiento. Estudio de casos de mejoramiento en el entorno inmediato a la vivienda social. Santiago, Chile, Centro de Estudios de la Vivienda, Facultad de Arquitectura y Bellas Artes, Universidad Central. 1992. ISBN 956-7134-02-2. p. 84-85.
Proceso de delimitación y apropiación socialmente significativa del territorio, que permite el establecimiento de formas de identidad, pertenencia y relación social, entre los sujetos individuales y colectivos con su hábitat residencial, formando parte de su permanente intervención y transformación. Refleja la capacidad humana para intervenir, dar forma y organizar el espacio habitado, lo que en términos sociales puede expresarse como la capacidad de todo grupo social para establecer delimitaciones significativas sobre el espacio que habita.
INVI. Propuesta INVI. 2005. Equipo investigación SIV.
Otros autores
Consideración especial en que se toman las cosas en cuanto están dentro del territorio de un Estado.
RAE. Diccionario de la lengua española [En línea]. [Fecha de consulta: 7 agosto 2015]. Disponible en: http://lema.rae.es/drae/.
La doctrina de la territorialidad y los planteamientos del espacio disuasivo son la continuación de una larga trayectoria de teorizaciones sobre «espacios correctores» de comportamientos individuales y sociales. (…)
La potencialidad «correctora», en el sentido de «medicalización» y/o «moralización» de las conductas que se atribuye a determinadas proporciones, configuraciones espaciales o tipologías edificatorias…constituyen el sustrato propicio para el rápido desarrollo y popularidad de la doctrina de la territorialidad y la metodología del «espacio disuasivo».
BERTRAND Suazo, María. Realidad de las zonas criminógenas en algunas poblaciones de Santiago. Evolución en las doctrinas de la territorialidad: de la etología a la lógica social del espacio. Boletín del Instituto de la Vivienda. 9(23): 42-58, noviembre 1994. ISSN 0716-5668. p. 45.
Área en que el individuo o los individuos socializados pueden realizar una serie de actividades, con la libertad que ese espacio significado les pertenece para tales efectos.
CAMACHO CARDONA, Mario. Diccionario de arquitectura y urbanismo. México D.F., Trillas. 1998. 776 p. ISBN 968-24-4723-2. p. 677.
En el contexto proxémico, la territorialidad remite a la identificación de los individuos con un área determinada que consideran propia, y que se entiende que ha de ser defendida de intrusiones, violaciones o contaminaciones.
DELGADO RUIZ, Manuel. La ciudad no es lo urbano. Hacia una antropología de la inestable. EN: Sobre Hábitat y Cultura. Medellín, CEHAP. 1997. p. 11.
Que fija el límite de un territorio. Un lugar que se detiene ante otros cuyos límites son físicos o intangibles. El hombre es territorialidad y la marca con límites intangibles que caminan con su espacialidad corporal.
UNIVERSIDAD Nacional Autónoma de México Seminario y Taller de Investigación "Arquitectura y Humanidades". Glosario. [En línea]. Arquitectura y Humanidades. 1999. [Fecha de consulta: 3 noviembre 2015]. Disponible en: Disponible en: http://www.architecthum.edu.mx/Architecthumtemp/glosario/PT.htm
Necesidad de espacio que tienen los individuos y los grupos por razones de identidad, seguridad, protección y estímulo. Sentimientos todos ellos inherentes a la propia naturaleza humana, aunque en los animales son notorias las manifestaciones de marcar o definir un espacio propio. La noción está asociada, por tanto, a territorios específicos, considerados, al menos parcialmente, como exclusivos de sus ocupantes y donde se producen relaciones espaciales, determinadas por inclusiones o rechazos, es decir por relaciones disimétricas con el exterior. En conductas primarias, la adhesión y sentido de pertenencia territorial, o sentido de lugar, engendra comportamientos de defensa y hostilidad cuando la identidad y seguridad se estiman amenazadas. (…) En las sociedades avanzadas, la noción de territorio es más abierta y puede adoptar diversos tamaños y grados de vinculación; existen diferentes escalas de territorialidad: desde el espacio personal, doméstico, el barrio, la ciudad y la región, hasta el ámbito estatal, en el que el concepto encuentra, por ahora, su sentido más cerrado y determinante. Este último define aquel espacio terrestre donde se impone el control y la soberanía del estado; donde impera su ordenamiento jurídico. La reciente aparición de organismos supraestatales e internacionales está contribuyendo a flexibilizar esos planteamientos de la territorialidad, excesivamente rígidos; complementariamente la extraterritorialidad remite a los derechos que se conceden a un estado en el territorio de otro. (…) La territorialidad en la ciudad también es operativa, aunque en términos menos vinculantes o decisivos, ya que se limita a conectar con lugares la interacción social; personas que utilizan espacios semejantes se identifican con ellos, tal es el caso de los barrios; en éstos, la relación de experiencia y familiaridad existente promueve la participación en actividades colectivas, festivas o de reivindicación.
ZOIDO NARANJO, Florencio; DE LA VEGA BENAYAS, Sofía; MORALES MATOS, Guillermo; MAS HERNÁNDEZ, Rafael y LOIS GONZÁLEZ, Rubén C. Diccionario de geografía urbana, urbanismo y ordenación del territorio. Barcelona, Ariel. 2000. 406 p. ISBN 84-344-0519-9. p. 350.