Regulan expansión urbana

ORIANA OLIVOS MARÍN

Este año comenzó con interesantes novedades en materia de planificación urbana.

La incorporación de doce nuevas comunas al Plan Regulador Metropolitano de Santiago (PMRS), a fines de 2006, y el anuncio de la actualización de este instrumento ordenador dan cuenta de la importancia de rayar la cancha para que la capital siga creciendo en forma armónica y sostenida.

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La primera medida permite incorporar 550 mil hectáreas al desarrollo urbano de la Región Metropolitana. El nuevo territorio comprende las provincias de Talagante y Melipilla, por el surponiente, y las comunas de Buin y Paine, por el sur. «Con este gran paso se concluye un hito en la planificación al quedar plenamente regulado todo el territorio regional», explica Nelson Morales Lazo, seremi de Vivienda y Urbanismo.

Parcelas de agrado

Esta decisión nace luego de un estudio, que ha llevado años de trabajo y que permitió determinar las respectivas necesidades de desarrollo de las comunas incorporadas.

«El crecimiento de estas ciudades, fuera del anillo urbano del Gran Santiago, ha experimentado un salto importante y lo ratifica la tendencia de que la gente ha optado por localizarse hacia las salidas de la capital en parcelas de agrado, provocándose un proceso de suburbanización que requiere cuanto antes ser controlado para que no se continúe creciendo en forma caótica y sin sentido».

En estricto rigor, según el seremi, con esta medida se pone fin a las clásicas parcelas de agrado, cuya subdivisión predial mínima era de media hectárea y que en estas últimas décadas han proliferado en las zonas aledañas a estas comunas sin estar sujetas a planificación alguna.

«Como todo el nuevo territorio regional está bajo el paraguas del PMRS, queda sin efecto el decreto 3.516 del Ministerio de Agricultura. De ahora en más, con el nuevo rayado de cancha, estas parcelas, en el caso de que la ley lo permita, serán de cuatro hectáreas hacia arriba».

Pero eso no es todo. Agrega Nelson Morales Lazo que los impactos positivos son varios. «Lo más relevante es que se reconoce que las ciudades de estas comunas existen. También se les da un área urbana y, además, se les concede territorio para su futura expansión. Asimismo, la incorporación de estas doce comunas presenta una serie de desafíos para los gobiernos locales en el sentido de la forma cómo van a enfrentar el futuro crecimiento urbano que se les avecina».

Con condiciones

Según Nelson Morales, el hecho de incorporar más territorio a la planificación no implica que se puedan hacerse desarrollos inmobiliarios en cualquier parte. De las 550 mil hectáreas, quedan excluidas 531 del desarrollo urbano por tener valor de interés natural.

En tanto, sólo se podrán construir grandes conjuntos habitacionales (o industriales) siempre y cuando los inmobiliarios cumplan ciertas condiciones, como equipamiento, obras de aguas lluvia y vialidad. Tampoco se podrán proyectar en cualquier lugar. El PRMS dejó para ello 55 mil hectáreas de interés silvoagropecuario, siempre y cuando las condiciones del terreno así lo permitan.

Comenta el seremi que si algún inmobiliario está interesado en gestar un proyecto de esta naturaleza, deberán regirse por los procedimientos estipulados en el PRMS planteados para las Zonas de Desarrollo Condicionado (Zoduc). También debe tener el visto bueno de las Seremi de Vivienda y Urbanismo y de Agricultura y la aprobación del municipio, el que establecerá si el proyecto es o no de interés local. Una vez pasadas estas instancias, se establecen los condicionamientos con el fin de que los inmobiliarios se hagan cargo de todas las externalidades que genera el proyecto no sólo en el entorno inmediato, sino también en todo el contexto de relaciones urbanas territoriales que afecta a la iniciativa.

La otra novedad en materia de planificación es la actualización de todo el Plan Regulador Metropolitano de Santiago (PRMS), que emprenderá este año el Ministerio de Vivienda y Urbanismo. Según el Seremi, además de revisar el actual instrumento, se harán ajustes con el fin de que esta herramienta dé cuenta del actual desarrollo urbano y la nueva estrategia regional.

La última actualización se efectuó en 1994, oportunidad en que se redujo el área urbana del Gran Santiago (que comprende las 34 comunas del Área Metropolitana de Santiago) de 100 mil hectáreas a 60 mil hectáreas, tamaño que aún se conserva y no ha sido modificado.

Según Nelson Morales, se han estimado 18 meses de trabajo para recoger y analizar una propuesta de actualización que no sólo trate de las ampliaciones de límite de la ciudad, sino también de aspectos tan importantes como las áreas verdes los equipamientos y la vialidad.

Algunas aprensiones

Esteban González, de la consultora AGS Arquitectura de Negocios, quien ha estado estudiando el tema, comenta que uno de los aspectos importantes será la incorporación, al Gran Santiago, de entre 6.000 y 8.000 hectáreas nuevas a través del mecanismo de desarrollo condicionado.

«Si bien coincido con el espíritu de esta actualización, temo que el plazo estipulado para llevarla a cabo sea ambicioso, ya que la magnitud de la tarea exige un tiempo superior y la experiencia ha demostrado que un cambio de tal naturaleza lleva por lo menos cuatro años. Lamentablemente, dada la falta de suelos en Santiago, a valores menores a 1,5 UF metro cuadrado, parece un riesgo enorme que el ministerio apueste todos sus esfuerzos en esta actualización general, pues no generará nuevos suelos en todo el tiempo que demore la aprobación. Y de fallar este proceso, se quedará sin suelo por un período mucho mayor. Esto afectará a los más pobres, quienes deberán localizarse fuera del Área Metropolitana, en zonas como Talagante, Melipilla y otras en los extramuros».

Para Nelson Morales, la actualización del PRMS en ningún caso congela o paraliza la situación de suelos urbanos. «Se trata de un período de reflexión y estudio para fijar criterios generales y conocidos para todos los actores del territorio.

Afirma el seremi que el Área Metropolitana seguirá creciendo bajo la figura de los Zoduc y toda propuesta que no se enmarque en ese ámbito será analizada en el marco de la actualización y revisión del PMRS.

Al tono con los tiempos

La actualización del Plan Regulador Metropolitano de Santiago (PMRS) busca poner al día la planificación urbana regional, considerando todos los avances que ha tenido la ciudad en materia de equipamiento metropolitano, actividades productivas y de servicio; infraestructura metropolitana, y áreas restringidas o excluida al desarrollo urbano. El plazo para esta tarea es de 18 meses a partir de este año.

Fuente: emol.com

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