Académico de Monumentos Nacionales sobre daños arqueológicos de Chaguay: “Puede haber vestigios de hace 7 mil años”

Por Francisco Velásquez y Diego Ortiz

Fuente: Interferencia.cl 02/03/2022

El arqueólogo Mauricio Uribe analizó qué pudo haber dañado el proyecto inmobiliario Chaguay en Colina luego de que el Consejo de Monumentos Nacionales -al que pertenece- detectara la afectación de dos sitios arqueológicos. Otros tres condominios buscan levantarse en el lugar, declarado zona de preservación ecológica.

El Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) fue la entidad encargada de constatar la denuncia: un proyecto inmobiliario, emplazado en plena zona de preservación ecológica entre las comunas de Colina y Lo Barnechea, «afectó» al menos dos de 14 sitios arqueológicos presentes en la zona.

Después de emitir dos informes técnicos al respecto, la constatación del CMN pasó a formar parte de una querella interpuesta por el Consejo de Defensa del Estado (CDE) en contra de Chaguay, el proyecto responsable de los daños. “Gran parte de los sitios ubicados en el área del proyecto se encuentran desprotegidos y vulnerables a daños, y al menos dos de ellos presentan evidencias de afectación por actividades asociadas al proyecto”, indica la querella.

Además, la acción judicial presentada por el CDE apunta a otros tres exclusivos condominios que se comenzaron a construir en el lugar, Hacienda Guay Guay, Mirador Pie Andino y La Cumbre; los que en conjunto con Chaguay han dañado ambientalmente la zona de preservación ecológica, además de construir sus casas «al margen de la regulación urbanística aplicable», saltándose lo indicado en el Plano Regulador. (Revise acá el artículo de esta redacción al respecto). 

Con una compensación y una reparación se puede «estudiar todo lo que está, hacer una excavación arqueológica» y rescatar lo que queda en el lugar. «Dejarlo así destruido es un sin sentido», asegura Uribe. 

Los proyectos en cuestión acusados de destruir el medio ambiente, saltarse la regulación y ahora -en el caso de al menos uno- de dañar patrimonio arqueológico cuentan con la participación de empresarios como Gabriela Luksic, la menor de la familia Luksic, José Luis Délano, hijo de Carlos Alberto ‘Choclo’ Délano -condenado por el caso Penta– y el ahora expolítico Pablo Longueira, quien actuó como lobbista para Chaguay.

INTERFERENCIA conversó con el doctor Mauricio Uribe, arqueólogo del Departamento de Antropología de la Universidad de Chile y miembro del Consejo de Monumentos Nacionales; misma entidad que corroboró la afectación a patrimonio arqueológico.

Por más de veinte años ha investigado el desarrollo andino y, a través de sus hallazgos científicos, ha podido caracterizar a las comunidades que han ocupado el norte del territorio nacional en una trayectoria de cerca de 7 mil años. 

Sobre el futuro de los sitios arqueológicos afectados, Uribe indicó que lo que puede pasar es que se les cobre una multa o se llegue a una compensación», siendo lo último lo más adecuado «porque una multa se paga y el sitio queda destruido». En cambio, con una compensación y reparación se puede «estudiar todo lo que está, lo que queda y más, hacer una excavación arqueológica» y rescatar lo que queda en el lugar. «Dejarlo así destruido es un sin sentido», asegura. 

En entrevista con esta redacción, Uribe analizó la historia de los pueblos cazadores de la zona para comprender la importancia de los sitios arqueológicos en riesgo por el desarrollo inmobiliario entre Lo Barnechea y Colina. «Hay sectores cordilleranos como La Dehesa que son tremendamente ricos en cultura incaica», explica.

Ahora que el Consejo de Defensa del Estado denunció a estos proyectos, ¿qué resultados son los qué espera el Consejo de Monumentos Nacionales? 

Lo que puede pasar es que se les cobre una multa o se llegue a una compensación, que es lo más adecuado y es lo que nosotros esperamos, porque una multa se paga y el sitio queda destruido. 

En este caso, probablemente se constataron las afectaciones al patrimonio arqueológico y, por lo tanto, se acordó en el Consejo de Monumentos Nacionales llevar esto a una investigación judicial. Entonces se le pide al CDE [Consejo de Defensa del Estado] que nos represente ante el Ministerio Público, porque el CMN no tiene la capacidad de seguir esta persecución legal. El CDE es el que comienza todas las gestiones ante la fiscalía y son los tribunales los que deciden. 

Lo que puede pasar es que se les cobre una multa o se llegue a una compensación, que es lo más adecuado y es lo que nosotros esperamos, porque una multa se paga y el sitio queda destruido. 

La multa es bastante baja para este tipo de inversiones. La idea es no incentivar multas que dejen el daño sin reparaciones, sino que se trate de llegar a términos de reparación y compensación, mientras se ha hecho un daño que éste se pueda compensar: estudiar todo lo que está, lo que queda y más, hacer una excavación arqueológica, un rescate y un estudio de todos esos materiales, lo que comúnmente está ocurriendo, porque dejarlo así destruido es un sin sentido. 

¿Qué ocurre con el proyecto en sí mientras se acuerda esa reparación?

Se hacen los estudios, mientras todo está paralizado hasta que se resuelve judicialmente y se llegue al acuerdo de reparación y compensación. El espacio se estudia, se rescata y sigue la construcción.

Se hacen los estudios, mientras todo está paralizado hasta que se resuelve judicialmente y se llegue al acuerdo de reparación y compensación. El espacio se estudia, se rescata y sigue la construcción. El tema es que se pueden hacer y debe ser controlado lo que se haga, porque un poco más allá le puede aparecer otra cosa. 

Otra vía paralela de protección al territorio que podría ser impactado por los proyectos inmobiliarios es la institucionalidad ambiental, que según el grado de protección que exista en el lugar, la empresa tendría que presentar estudio de impacto, lo que podría poner aún más restricciones a quienes pretendan construir. Si esto fuera un santuario de la naturaleza podría tener una protección más estricta.

¿Qué características antropológicas tiene el sector de Colina y La Dehesa donde se emplazan los proyectos? 

Santiago norte, particularmente Colina y la zona precordillerana, es una bisagra entre la cuenca de Chacabuco y la de Santiago. Está llena de sitios arqueológicos, es una zona tremendamente rica en términos naturales y ambientales y, por lo tanto, no es extraño que se haya concentrado una gran cantidad de población desde mucho tiempo antes de la llegada de los españoles. Colina es una zona muy poblada en la época incaica, en la época de la llegada de los españoles y de ahí para atrás. 

Para los distintos periodos éste fue un lugar muy atractivo, una zona de valles. En épocas más agrícolas también fue importante el valle central, el cual estaba principalmente destinado a la agricultura. Todo eso se ha eliminado y ha cambiado el uso de suelo por la construcción habitacional, lo que ha permitido que se expanda la ocupación del área metropolitana a esa zona. 

¿Por qué esta zona es importante para comprender el desarrollo social del territorio? 

Colina es una zona clave en el poblamiento de Chile central, es un sector agrícola importante con una gran riqueza arqueológica, que hasta tiempos coloniales tenía esta relevancia. 

Fácilmente puede haber vestigios de entre 6 mil y 7 mil años atrás. 

La pre-cordillera tiene ocupaciones muy antiguas y se puede remontar a varios miles de años, incluso antes de cristo, por cazadores recolectores que son los primeros que habitan el territorio. Fácilmente puede haber vestigios de entre 6 mil y 7 mil años atrás. 

En toda la zona cordillerana del norte de Santiago se encontraban gran cantidad de animales, entre ellos, los guanacos y muchas materias primas, especialmente rocas volcánicas que sirven para hacer herramientas, como la zona precordillerana es volcánica, tiene muy buenos materiales. 

¿Qué características tenían los pueblos que vivieron o transitaron en la zona?

Por distintas razones, en este sector se daba el intercambio con el lado oriental. Evidentemente se generaron rutas de acceso entre el lado chileno y el trasandino. Siempre ha sido un área de interés. 

Luego, alrededor de los primeros siglos Después de Cristo, alrededor del año 0, hay un importante asentamiento en los valles y cuentan particularmente con intereses más agrícolas, momento en que se comienza a desarrollar este tipo de prácticas. Los complejos Bato y Llolleo principalmente son los que ocupan estos lugares y que se conoce bastante de esto. 

Los sectores cordilleranos fueron ocupados también por complejos alfareros con prácticas agrícolas. También ocuparon la cordillera con fines de mantener la caza, recolectar recursos líticos. A partir de diferentes elementos cerámicos hallados en estos sitios se ha podido determinar los contactos trasandinos que existieron en dichas épocas. Ese sector fue muy relevante en las comunicaciones interregionales. 

Esos van a ser los grupos que van a contactar con los Incas y los Diaguitas, que son los grupos que se integran a este territorio de la zona central como parte del Tahuantinsuyo [nombre que recibía el imperio Inca] y ahí junto con desarrollo agrícola se potenció el trabajo, la minería y el intercambio de productos. 

¿Pudo existir presencia Inca en este sector, por ejemplo?

Luego tuvo lugar una época de desarrollo más estable de los asentamientos, lo que se denomina cultura Aconcagua, quienes pertenecían a distintos grupos y poblaciones que ocupan los valles de manera agrícola más extensiva, con una mayor estabilidad, un desarrollo social más jerarquizado, con pueblos. Esos van a ser los grupos que van a contactar con los Incas y los Diaguitas, que son los grupos que se integran a este territorio de la zona central como parte del Tahuantinsuyo [nombre que recibía el imperio Inca] y ahí junto con desarrollo agrícola se potenció el trabajo, la minería y el intercambio de productos. 

Los Incas en la pre-cordillera generaron todo un sistema de santuarios y lugares de adoración, como el cerro Aconcagua, que está justo al norte por el lado argentino, y el cerro el plomo, que está por el lado chileno. Ambos han tenido ofrendas humanas bastante conocidas, como el “el niño de El Plomo”. Por lo tanto, hay sectores cordilleranos como La Dehesa que son tremendamente ricos en cultura incaica, en este caso, debido al acceso a los cerros tutores por el sector norte.

Por lo tanto, hay sectores cordilleranos como La Dehesa que son tremendamente ricos en cultura incaica, en este caso, debido al acceso a los cerros tutores por el sector norte.

Por otro lado, en la entrada a Santiago, se han detectado asentamientos y cementerios incaico, espacios donde probablemente controlaban o manejaban el acceso al territorio y articulaban una red andina denominada Capag Ñan, que unía la movilidad y la interacción de manera longitudinal de norte a sur. 

Sabemos que viene por Colina el camino, porque la red tiene varios caminos y penetra a Santiago por el sector de La Chimba, calle Independencia, hasta llegar a Mapocho. En la Estación Mapocho se genera una ocupación en la Plaza de Armas, asociado a lo que hoy es el centro de Santiago y en relación con los asentamiento al sur, como Chena y Graneros, terminan integrando toda la zona central al sistema de asentamiento incaico, debido a que se integran religiosamente a la sociedad en contacto con las montañas. 

Sabemos que el cerro El Plomo siempre tiene nieve, ese es su potencial, igual que el Aconcagua. Así que evidentemente se fortalece esta figura para el tiempo incaico. 

¿Hay estudios que comprueben la ocupación de este territorio?

En todo ese sector, donde excaven, van a encontrar sitios que han sido detectados por estudios anteriores históricos, arqueológicos, que han hecho varios equipos de la Universidad de Chile. Actualmente, como han aumentado los proyectos inmobiliarios y son grandes áreas de terreno, han tenido que medir sus impactos ambientales, lo que ha generado mucha información en la zona de Colina. 

Como son inversiones importantes, evidentemente es necesario hacer estos estudios para detectar y resguardar alguna parte, porque es tanto que el Estado con la Ley de Monumentos que tiene difícilmente se puede hacer cargo de todo. Entonces el tema es que quienes quieran invertir hagan su aporte con la caracterización y rescate. 

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