Inexperiencia de migrantes ante fenómenos naturales abre nuevo flanco de vulnerabilidad
Fuente: El Mercurio 13-05-19
Por Claudio Cerda Santander
400 mil extranjeros han llegado al país desde 2010 y no han debido enfrentar grandes emergencias. Incluso se han instalado viviendas precarias en medio de las piscinas destinadas a mitigar los efectos de un aluvión en Antofagasta. Según expertos, debe trabajarse en la prevención con estos grupos y evitar su establecimiento en zonas de riesgo.
Retener la mayor cantidad de escombros y masas de tierra. Ese es el objetivo de las piscinas aluvionales que se encuentran en los cerros de Antofagasta y que con ello —idealmente— baje solo agua a la ciudad.
Sin embargo, precisamente estos gigantes muros de hormigón, que buscan contener los sedimentos de aluvión, hoy son utilizados como paredes o piso de precarias viviendas. En ellas habitan, en su mayoría, migrantes. Este es solo un ejemplo del desconocimiento que tienen los extranjeros que llegan al país sobre los riesgos asociados a los fenómenos o catástrofes naturales propios de Chile, según explican expertos.
De hecho, la gran mayoría de los 1,2 millones de migrantes que habitan el país no han vivido grandes emergencias desde su arribo, pues más de un tercio (472 mil) llegó a partir de 2010, según datos del Instituto Nacional de Estadística.
Esta inexperiencia —afirman especialistas— acrecentaría la vulnerabilidad de esta nueva población, sobre todo de aquellos que se asentan en viviendas precarias de campamentos.
Para Ricardo Tapia, director del Instituto de la Vivienda de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la U. de Chile, resulta prioritario erradicar asentamientos como los de Antofagasta a la brevedad. “Este fenómeno está muy exacerbado desde las regiones de Tarapacá hasta Atacama”, detalla.
“Eventos climáticos extremos, como tsunamis y aluviones, son novedosos para los migrantes. Como medida urgente de prevención, habría que darles preferencia a las poblaciones migrantes que están ubicadas en esas zonas de riesgo”, agrega.
Se trata de una realidad que va en aumento, pues según el Catastro Nacional de Campamentos 2018, del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, el registro de hogares en asentamientos pasó de 27.378 familias en 2011 a 46.423 el año pasado. Durante este período, Antofagasta presenta la mayor alza, con 50 campamentos nuevos.
Le siguen Atacama (45) y Tarapacá (36). Uno de los motivos de ese aumento, dicen entendidos en la materia, es la llegada de migrantes.
Para Jorge Van Den Bosch, director del Centro de Mitigación y Catástrofes Naturales de la Facultad de Ingeniería de la U. de Antofagasta, el desconocimiento de los extranjeros sobre los fenómenos climáticos podría ser “fatal”. “Las autoridades van a tener que moverse muy rápido para llegar a ellos con información, aunque sea con panfletos, porque ya no es tiempo de educarlos. Porque esa gente puede ser sorprendida y quizás no llegue a evacuar ante alguna emergencia al no conocer el fenómeno”, afirma.
En tanto, Nicole Rodríguez (33), pobladora del campamento Alto Andacollo de la Región de Atacama, reconoce que la urgencia por instalarse en una vivienda ha forzado a muchos habitantes del lugar a instalarse en quebradas, pese al peligro.
“Hay gente que incluso ha aplanado toda la quebrada y ellos sí están en una zona del alto riesgo”, describe con inquietud.
Prevención
Desde la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) informaron que como parte de la Plataforma Nacional para la Reducción del Riesgo de Desastre se estableció en 2016 la Mesa de Trabajo sobre Migrantes, un plan que incluye capacitación sobre medidas de prevención entre autoridades locales y dirigentes vecinales.
Sin embargo, la alta rotación de la población migrante obstaculizaría este intento, comentan profesionales de la Onemi, que también organiza simulacros de emergencias ante distintas variables naturales.
Mariana Barbosa, directora regional de Techo-Chile en Antofagasta, plantea que el déficit habitacional y el alto costo de los arriendos en la ciudad determinan los asentamientos de población migrante y local en campamentos. “Son muchas las familias que hoy están sujetas a un riesgo constante”, agrega Barbosa, para quien resulta necesario acelerar las políticas de viviendas sociales en la zona norte.
El Ministerio de Vivienda y Urbanismo lanzó hace unos meses un plan especial para la zona norte, que busca reducir el déficit habitacional en las regiones del norte.
El Minvu proyectaba erradicar 68 campamentos en 2018. Cifra fue superada al llegar a 73 en inicios de gestión de cierre.
RIESGO.— Pobladores de campamentos en Antofagasta, como en el sector La Cadena, se exponen a un inminente peligro al ubicar sus viviendas en piscinas aluvionales destinadas a retener sedimentos ante emergencias por aluvión.
Cuando se habla de que 73 llegaron a la etapa de «inicio de gestion de cierre» tengo la impresión de que no se trata de haber cerrado los campamentos, por lo que no deberia hablarse de una cifra «superada» si es que la comparación refiere a la meta fijada de cierre de 68 campamentos.
En relación al problema formulado, creo que falta integrar el enfoque de la autoridad:¿que opina la seremi mop, la seremi minvu y la intendencia sobre este fenomeno y como lo abordan?. No se resolvera este asunto preparando teoricamente a la poblacion, si no se aborda el problema de fondo: proveer suelo para la instalación de vivienda localizada en areas seguras y de acceso a servicio y empleos.