CRISTIÁN VALDÉS EGUIGUREN,PREMIO NACIONAL DE ARQUITECTURA 2008: “No concuerdo con la excesiva privatización de la ciudad”

Fuente: Emol.cl/ Urbanismo y construcción

En el crecimiento de la ciudad, hay que reforzar lo público sobre lo privado con el fin de tener espacio para vivir, contemplando el progreso que no es sólo desarrollo inmobiliario.

En septiembre pasado Cristián Valdés Eguiguren recibió el Premio Nacional de Arquitectura 2008. Si bien a nivel masivo, este destacado profesional es más conocido como el creador de la popular silla que lleva su apellido, como arquitecto posee también una vasta trayectoria profesional.

Valdés partió estudiando arquitectura en la Universidad Católica de Santiago, pero se tituló en la Universidad Católica de Valparaíso. Entre sus principales obras arquitectónicas destacan la Casa Alberto Valdés (1963), Escuela y Casas en Longotoma (1963), Casas Campesinas de la C.O.R.A. (1968), Casa Urrejola (1972) y Casa en Santo Domingo (1983).

Una de las etapas más importantes de su trayectoria comienza en 1976, con el diseño y fabricación de una serie de muebles en madera laminada y cuero tensado, transformándose al año siguiente en el creador de una de las sillas más emblemáticas del diseño nacional, reconocida ampliamente a nivel mundial.

Tal ha sido el éxito de las denominadas sillas Valdés, que han sido incluidas como parte de la renovación del Museo Nacional de Historia Natural en París y para integrar las colecciones del Museo de Arte Moderno de Nueva York.

Actualmente, este destacado arquitecto de 76 años trabaja en una fábrica familiar de muebles y se encuentra concentrado en el proyecto y construcción de dos casas particulares, la estructura de un jardín en un cerro y la terminación de un modelo de sillón.

– ¿Qué opina de la arquitectura actual?

«La arquitectura actual es transitoria como todas las que no son actuales, que ya tienen más de diez años. Lo que importa de las arquitecturas actuales o no, en el sentido que preguntas, es que tengan una vida propia. Cuando esto sucede, la arquitectura permanece actual».

– ¿Qué tienen en común su arquitectura y el diseño de sus muebles?

«La arquitectura y el diseño de los muebles nacen de una intención de construir algo nuevo, lo que importa es el origen de esta intención, no el tamaño de la obra. El proceso que interesa es la definición de esta intención y saber de dónde viene, con qué y por qué».

– ¿Por qué cree que, en general, sus pasos en la arquitectura no han tenido el mismo reconocimiento público que el diseño de sus muebles?

«Es cierto que los muebles han tenido un reconocimiento público desde hace mucho tiempo, especialmente por la divulgación en diarios y revistas de decoración, que tienen mucho mayor circulación y frecuencia que las revistas y libros de arquitectura».

– ¿Cuáles son los principios a los cuales usted ha sido fiel como arquitecto?

«Principalmente a la formación que me dieron, que pide que las obras siempre partan de algo real, que se descubre en cada caso como algo nuevo».

– ¿En qué proyectos está usted vinculado actualmente?

«En el proyecto y construcción de dos casas particulares, la estructura de un jardín en un cerro y la terminación de un modelo de sillón».

– ¿Qué opina de los nuevos materiales y tecnologías para construir?

«Los nuevos materiales hacen más rápida y eficiente la construcción. El problema es que en la aplicación igualan el resultado».

Desarrollo de la ciudad

– Usted ha dicho que le disgustan los malls, los edificios en altura, las carreteras urbanas y los condominios, entre otros, ¿está contra el desarrollo de la ciudad en nuestro país?

«No estoy en contra del desarrollo de la ciudad, pero me interesa cómo éste sucede. Lo que he dicho es que la ciudad tiende a ser dispersa en relación con los malls, las carreteras urbanas y los condominios. Lo que interesa para la ciudad es que se integre, que crezca en lo público, que es lo común a todos. No en la privatización excesiva, no en el privilegio del automóvil sobre el peatón, no en el abandono de la calle convertida en carretera para conectar los malls con los condominios, lo que produce marginación».

– Pero, ¿de qué manera se están desarrollando hoy las ciudades en Chile o cómo deberían desarrollarse?

«Creo que hay que privilegiar lo público, lo común, sobre lo privado. Creo que hay que reforzar la estructura de lo público para poder tener la amplitud del espacio de la ciudad para vivir».

– A su juicio, ¿cuáles son los mayores desaciertos urbanos que se han cometido en la capital en los últimos años?

«Creo que se ha descuidado la experiencia y conformación de lo habitable, en cuanto al carácter de un barrio, en relación a la gestión inmobiliaria, que no es el verdadero desarrollo de la ciudad».

– ¿Cómo interpreta los conflictos que se han suscitado entre vecinos y constructoras e inmobiliarias en nuestro país?

«Me parece consecuente con lo dicho en la pregunta anterior».

– Usted hizo en sus inicios viviendas sociales, a su juicio, ¿cómo se están construyendo estas viviendas actualmente?

«Se ha pasado por muchas experiencias de construcción de viviendas sociales entre casas y edificios en los últimos 40 años. Hay ejemplos muy buenos, pero en general se ha colocado el problema al margen de la arquitectura, especialmente por privilegiar el costo por sobre la calidad del proyecto, generalmente adjudicados en concursos oferta».

Trabajador solitario

«Cristián Valdés es conocido internacionalmente por su diseño de muebles, los cuales han sido seleccionados para integrar las colecciones del Museo de Arte Moderno de Nueva York, por ejemplo. En ellos, el manejo y conocimiento artesanal de los materiales, de la madera, del acero y el cuero trasciende claramente la pura funcionalidad, y sus muebles se convierten en valiosos objetos de artes y goce estético. Es menos conocido como arquitecto, un campo en que a mi juicio ha sido un trabajador solitario, concentrado en la realización de una arquitectura rigurosa basada en el desarrollo de los postulados del Movimiento Moderno. Su concepción se sitúa por sobre los devaneos del diseño, las modas o preocupaciones estilísticas. Ellas no le han influido y han pasado por su lado apareciendo y extinguiéndose como voladores de luces», destaca Alberto Montealegre, presidente del Colegio de Arquitectos de Chile.