Comunidad de San Miguel sigue expuesta a casi 7 toneladas de asbesto por el proyecto Condominio Manantiales del Llano
Por Ismael Mena
Fuente: Radio JGM 10/05/2022
Ante la depredación inmobiliaria que ha afectado a la comuna de San Miguel por décadas y que prolongadamente tuvo una fiscalización paupérrima o casi inexistente, es que muchas falencias a las normativas urbanísticas, sanitarias y ambientales se han evidenciado entre 2021-2022 en distintos proyectos inmobiliarios. Estos casos han puesto en riesgo la salud de los y las vecinas de San Miguel, el proyecto “Condominio Manantiales del Llano” de la Inmobiliaria Manantial Limitada, ubicado en Arcadia N°1431, no comunicó según los mismos residentes la presencia de Asbesto, mineral cancerígeno, en la previa infraestructura a demoler, que contenía 11,56 toneladas de Asbesto Cemento, de las cuales quedan a la actualidad 6,86 toneladas.
El 26 de noviembre de 2015, la Dirección de Obras Municipales o DOM de la Municipalidad de San Miguel, durante el período del ex Alcalde Julio Palestro, otorga la Resolución de Aprobación de Anteproyecto de Edificación Obra Nueva N°58/2015, que aprobó el proyecto “Condominio Manantiales del Llano” de la Inmobiliaria Manantial Limitada, que consiste en la construcción de 3 edificios, uno de 13 y dos de 16 pisos de altura, con un total de 467 viviendas, ubicados en Carlos Valdovinos N°1438; que actualmente por modificaciones proyecta la construcción de 483 viviendas, se ubica en Arcadia N°1431 y cuenta con un avance de construcción a la actualidad hasta la segunda torre en fase de terminaciones.
Pues bien, el 14 de noviembre de 2016 la DOM de San Miguel entrega la “Autorización de Demolición N°178/2016” para la demolición total de 7.354,81 m2, para la edificación de 2 pisos, en el predio ubicado en Carlos Valdovinos N°1438, es decir, permite demoler la infraestructura de la antigua empresa ubicada en el lugar Frigosam S.A. Es en esta instancia donde se da cuenta de la existencia de “Asbesto Cemento” en el proyecto, específicamente en la tercera nota de la autorización de demolición.
Cabe indicar, que el asbesto o amianto es el nombre de un grupo de minerales fibrosos que están presentes en la naturaleza y son resistentes al calor y la corrosión, es cancerígeno, fue introducido en Chile en 1935 por Empresas Pizarreño S.A y que desde 2001 existe una norma que lo regula, siendo el Decreto 656 publicado el 13 de enero de 2001 que “PROHIBE USO DEL ASBESTO EN PRODUCTOS QUE INDICA”. En este se hace la diferencia del asbesto friable (mineral de asbesto que se encuentra libre, en mangas o paquetes, en condiciones de desmenuzarse) y no friable (mineral de asbesto que se encuentra encapsulado con algún material que no permita su desmenuzamiento) para las solicitudes ante el Servicio de Salud, actual Seremi de Salud, incluyendo las demoliciones, donde en la primera categoría de asbesto se requiere de una autorización previa expresa de la seremi y la presentación de un plan de trabajo (medidas que se adoptarán para proteger la salud de los trabajadores y de la población aledaña) y en la segunda categoría de asbesto se debe notificar al seremi y acompañar un plan de trabajo [3]. Para esta situación el asbesto cemento se considera no friable, este tipo de asbesto es un material de construcción en el que se utilizan fibras de asbesto para reforzar láminas de cemento rígidas delgadas.
Por consiguiente, el 9 de diciembre de 2016 la Seremi de Salud de la Región Metropolitana emite la Resolución Exenta N°24660, dado a la solicitud N°1613388866 con fecha 13 de octubre de 2016, realizada por la Inmobiliaria Manantial Limitada en la que la que “solicita autorización para la disposición final de los residuos consistentes en Material que Contiene Asbesto No Friable (MCANF)”. En dicha resolución se autorizó el retiro de 11,56 toneladas de asbesto cemento, principalmente de planchas de pizarreño o planchas onduladas (techumbre) que sería destinada a la empresa “HIDRONOR CHILE S.A”, por lo que, se puede constatar una alta cantidad de asbesto y retiro de este.
Para esta autorización la Inmobiliaria Manantial Limitada, a través de la empresa encargada de la demolición “Sociedad Constructora Hermanos Ltda o SOCOHER Demoliciones”, acompaño el PLAN DE TRABAJO CON MATERIALES QUE CONTENGAN ASBESTO (MCA) “DEMOLICION CARLOS VALDOVINOS”, en el cual se disponía de la ubicación y cantidad de asbesto cemento en la infraestructura, un aviso a l@s vecin@s colindantes, los procedimientos de retiro, entre otros. Centrándonos en la cantidad de asbesto y el aviso a l@s vecin@s, se da cuenta de la cantidad que disponía cada galpón del lugar y como estos se distribuían, y que se habría entregado una carta a l@s vecin@s colindantes (sin registro de su contenido o entrega de esta), a lo cual l@s habitantes del lugar desmienten esta entrega, evidenciándose también en el plan que esta carta solo fue “entregada” a 4 viviendas colindantes en calle Arcadia y Carlos Valdovinos.
Al obtener la inmobiliaria la autorización de retiro de asbesto cemento el 4 de agosto de 2017 la empresa KDM S.A emite un certificado que expone que se retiró 4.710 kilos (4,7 toneladas aprox) de residuos con asbesto no friable el día 28 de diciembre de 2016. Siendo una primera observación que sea la empresa KDM quien recibe el asbesto y no HIDRONOR CHILE S.A, que es la empresa autorizada en la resolución de la Seremi de Salud, tampoco se hace el retiro total de asbesto, si no uno parcial.
Con fecha 10 de enero de 2022 los abogados defensores de la inmobiliaria “Lavín Abogados & Consultores” ante el Recurso de Protección interpuesto por vecin@s del Barrio Llano Subercaseaux el 9 de diciembre de 2021, con ROL N°5963-2021, exponen que el proyecto aun contiene asbesto no friable (asbesto cemento), puesto que solo se retiró 4,7 toneladas de asbesto de las 11,56 toneladas presentes y que aún queda un 40% aproximadamente por demoler para construir el proyecto. Es decir, aún habría aproximadamente 6,86 toneladas de asbesto en el proyecto, desconociendo su real estado, producto de las continuas vibraciones emitidas por los trabajos de las faenas y el paso continuo de camiones de carga de alto tonelaje, dado al desarrollo del proyecto inmobiliario.
Pues bien, con todo lo expuesto cabe precisar el porque la importancia en el manejo y gestión del asbesto, ya que en palabras de la misma empresa que recibiría el asbesto cemento “HIDRONOR CHILE S.A”, la “importancia de manipular correctamente los materiales con asbesto radica en que, si estos son alterados, se liberan al aire pequeñas fibras de este elemento, las cuales, cuando son inhaladas por seres humanos, pueden provocar inflamación y cicatrización de tejido en los pulmones, afectando la respiración y causando problemas graves de salud, además de ocasionar cáncer de pulmón y mesotelioma (cáncer en las membranas delgadas que recubren el interior del tórax y el abdomen)” (2021), y que según el Instituto Nacional del Cáncer, si “los productos que contienen asbesto son alterados, se liberan al aire fibras pequeñas de asbesto. Cuando se inhalan fibras de asbesto, estas pueden quedar en los pulmones y permanecer allí por largo tiempo. Con el tiempo, las fibras de asbesto acumuladas pueden provocar inflamación y cicatrización de tejido, lo cual puede afectar la respiración y causar problemas graves de salud” (2015).
Podemos recordar casos sucedidos en nuestro país, cuando en 1935 la fábrica cementera de la Sociedad Industrial Pizarreño S.A. que pertenecía al Grupo Eternit N.V, hoy Etex Group S.A, se instalo en la comuna de Maipú, construyendo posteriormente la Villa Pizarreño, población que fue creada por la empresa para sus trabajadores, hecha con materiales de asbesto cemento, lo cual genero la muerte silenciosa de cientos de trabajadores. Lo que también conllevó que el 30 de noviembre de 2001, Eduardo Miño, ex trabajador de Pizarreño, se inmolara en la plaza de La Ciudadanía, a las afueras de La Moneda, quien fallecería al día siguiente a causa de las graves lesiones, dejando una carta a la opinión pública con la icónica frase: “Mi alma, que desborda humanidad, ya no soporta tanta injusticia”. Dejando también una misiva que revelaba que la Asociación Chilena de Víctimas por Asbesto (ACHVA) estaba conformada por más de 500 personas enfermas, y, sumado a esto, a la fecha ya habían muerto más de 300 por mesotelioma pleural.
También el libro Fibras grises de muerte: El silencio del mayor genocidio industrial en Chile, de la antropóloga Tania Muñoz y la historiadora Constanza San Juan (actual Convencional Constituyente), expone una de las mayores recopilaciones de impactos por asbesto en nuestro país.
Dicho esto, podemos darnos cuenta de una situación que pone en grave riesgo la salud de l@s vecin@s colindantes y de la comunidad del Barrio El Llano Subercaseaux, de la comuna de San Miguel, ante el desarrollo de este proyecto inmobiliario que mantiene en incertidumbre el estado actual del asbesto cemento y que se desconoce si l@s vecin@s fueron expuest@s ante las continuas emisiones de material particulado proveniente de la demolición y trabajos del proyecto.
Por lo que, ante un recambio de autoridades en este nuevo Gobierno y a toda autoridad que les competa la salud de los y las vecinas de San Miguel, es menester que se tomen cartas en el asunto, pues estas situaciones están formalmente denunciadas ante la Seremi de Salud de la Región Metropolitana, por incumplimiento del Plan de Trabajo, no notificar a les vecines y no disponer el asbesto con la empresa autorizada; a la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) por no declarar el asbesto como residuo en su Declaración de Impacto Ambiental (DIA), además de ejecutar la demolición, construcción del primer edificio y avanzar el segundo edificio sin una previa Resolución de Calificación Ambiental (RCA) favorable, entre otras; y que también fue denunciado por vecines del lugar mediante reclamos en la Dirección de Obras Municipales (DOM) contra las faenas constructivas de la inmobiliaria.
En San Miguel no se debe seguir permitiendo la depredación inmobiliaria a costa del bienestar y salud de les vecines, no debemos seguir siendo una “Zona de Sacrificio Inmobiliaria”.