Chilenos no se integran al barrio y apenas conocen a sus vecinos
Estudio reveló que los chilenos sentimos que «vivimos entre iguales», pero en las comunas menos pobladas las diferencias económicas son más visibles.
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CLAUDIA RAMÍREZ FRIDERICHSEN
«Suponga que pierde su billetera con los documentos y alguno contiene su dirección. Si alguien de su barrio lo encuentra: ¿Cuán probable cree que sería que se la devolvieran sin que faltara nada?» Si su respuesta es «poco probable», usted pertenece al 46% de los chilenos que no confía en sus vecinos.
Además de la desconfianza, el escaso conocimiento y la poca participación en actividades de barrio, son los principales resultados de la Encuesta Nacional Bicentenario 2007, realizada entre julio y agosto por la Universidad Católica y la empresa Adimark, que ha sido difundida en forma exclusiva por El Mercurio y Canal 13.
Ante estas conclusiones, Adriana Delpiano, intendenta de la Región Metropolitana, es categórica: «Construir barrios es una tarea pendiente», señala.
El serio distanciamiento del barrio que exhiben los chilenos se percibe en la poca integración a actividades comunitarias. Un ejemplo es que el 80,3% de los encuestados declaró no haber participado en actividades de este tipo el último mes. Al consultarles por el tipo de vecindad en que viven, los entrevistados se inclinan por decir que «viven su vida independiente» (64,4%).
Isabel Brain, coordinadora del Programa ProUrbana del Programa de Políticas Públicas UC, explica: «En los grupos socioeconómicos altos la vida es independiente puesto que económicamente no requieren apoyo. Mientras las familias más pobres habitan en viviendas donde la falta de equipamiento urbano adecuado y la delincuencia las llevan a encerrarse».
El vecino tiene lo mismo
En promedio, más del 65% de los encuestados dice que el vecino tiene un nivel «similar al mío». Esto porque «los chilenos vivimos mayoritariamente entre iguales», según la socióloga Isabel Brain.
Sin embargo, las diferencias socioeconómicas se ven fácilmente en ciudades de menos de 100.00 habitantes. «En Santiago el 30% de los ciudadanos salió de la pobreza hace poco. Aquí, los indicadores de progreso son muy visibles, como si la familia del lado se compra un auto», explica la Intendenta Metropolitana.
El progreso también influye en el escaso apego al vecindario. Pero la intendenta Delpiano insiste en que la idea es otra: «Queremos que la gente se quede en su barrio a pesar de que Santiago tiene una fuerte marcación por barrios y comunas».
La desconfianza también es alta. A la pregunta «¿se puede confiar en los vecinos de su barrio?» el 42% declaró que «sólo en algunos». Isabel Brain señala que la confianza «no es resultado de la interacción sino de suponer que el otro es una persona parecida».
El tema preocupa a las autoridades. Para mejorar la calidad de vida en los barrios, el Ministerio de Vivienda implementó el programa «Quiero mi barrio», que trabaja en la restauración de 200 barrios. Claudia Pinto, secretaria ejecutiva del Programa Recuperación de Barrios, señala que la iniciativa reconstituye la confianza y el trabajo conjunto. «En la población Santa Adriana se construyó una plaza para el adulto mayor, por una idea de los vecinos», destaca.
2.037 personas mayores de 18 años fueron encuestados.
86 comunas del país fueron consideradas.
80,3% de los encuestados no participó en actividades de barrio el último mes.
64,4% de los encuestados dice que hace su vida independiente.
42% de los encuestados dice que sólo puede confiar en algunos vecinos.
Fuente: El Mercurio Domingo 18 de noviembre de 2007