El nuevo paradigma de los espacios reducidos en el mundo inmobiliario
Por Rita Cox F.
Fuente: Pauta 15/08/2021
En una década, el tamaño promedio de los departamentos nuevos en la capital bajó 18%, llegando a 52 metros cuadrados. ¿Cómo se concilia menor superficie con sensación de espacio y mejor calidad de vida?
Según los datos recabados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en el período 1950-2018, la población urbana mundial ha aumentado exponencialmente: pasó de 751 millones a 4.200 millones de personas. Y se espera que para 2050 más de 10 mil millones de seres humanos vivan en ciudades.
Una de las consecuencias es que en todo el mundo los metros cuadrados de las viviendas se han ido reduciendo. «En nuestro país, según un estudio de la Universidad de Chile, el 56% de las viviendas de Santiago tiene menos de 70 metros cuadrados», comentó Isabel Palma, gerenta comercial de FG Inmobiliaria y columnista del programa Plaza Pauta, de Radio PAUTA.
La también académica de la Universidad de los Andes añadió otro dato ilustrativo sobre el tema. «Según cifras de GFK Adimark, el tamaño de los departamentos nuevos en la capital -entre inicios de 2010 y 2020- pasó de casi 63,6 a 52 metros cuadrados; es decir, una reducción de casi 12 metros cuadrados o de 18% en el período».
Palma manifestó que «todo esto representa un tremendo desafío para arquitectos e interioristas. Se trata no solo de mantener la eficiencia de los espacios en hogares de menor tamaño, sino también de lograr una percepción del espacio adecuada».
Hogar, santuario de felicidad.
En este contexto de espacios que se reducen, la panelista de Plaza Pauta citó los recientes estudios de Ikea y del Happiness Research Institute y su investigación The Good Home Report. Ambos señalan que para buena parte de las personas, la casa es un espacio que brinda bienestar. Mientras el primero reveló que el 76% de los consultados consideraba su hogar «como un santuario en medio de la pandemia», el segundo arrojó que el 15% de las personas cree que el hogar es el principal factor en nuestra felicidad. Tan relevante como eso, «The Good Home Report arroja también que para las personas la sensación de espacio es tres veces más importante que el tamaño real del hogar», dijo Isabel Palma.
Es ahí donde entran nuevos formatos de viviendas, como las tiny house que, según Palma, «se presentan como una solución al desafío de construir en espacios reducidos y a un costo acotado».
«Tras la crisis económica mundial de 2008 comenzó a aparecer esta tendencia de las tiny house que tiene cada vez más seguidores en el mundo. Se trata de mini casas, de entre 10 y 35 metros cuadrados, inspiradas por un concepto de sostenibilidad, de alta eficiencia energética y construidas con un espíritu minimalista. En oposición al paradigma que indica ‘más es mejor’, esta forma de arquitectura conecta con una vida austera y amigable con el medio ambiente. Sus defensores sostienen que la reducción de los gastos que conlleva disminuir el tamaño de las casas permite desarrollarse en otros aspectos de la vida», detalló Isabel Palma.
«El avance de este movimiento implica un desplazamiento del concepto tradicional de las viviendas grandes y espaciosas hacia diseños más prácticos que requieren menos presupuesto para su construcción y un estilo de vida muy distinto al que la mayoría estamos acostumbrados. Muchas de las tiny house funcionan como casas rodantes; es decir, pueden ser trasladadas fácilmente, facilitando la vida nómade. En términos de gastos de energía son muy eficientes, suelen generar su propia electricidad, poseen un área de compost de residuos y huerta orgánica para producir alimentos. Asimismo, exige ser creativo con el uso de los espacios y el mobiliario. Camas que se levantan y bajo ellas hay una tina, por ejemplo, o asientos que además son clósets, plataformas movibles, escaleras con espacio de almacenamiento, todo vale cuando se trata de aprovechar el espacio».
A los desafíos de adaptar muebles, se suma el de una nueva lógica de almacenaje.