Decidoras cifras arroja análisis del déficit habitacional en el mundo rural

Por El Urbano Rural

Fuente: El Urbano Rural 25/10/2022

En seminario organizado por la Cámara Chilena de la Construcción de Rancagua se mostró que uno de cada 4 chilenos vive en comunas rurales; y en O´Higgins tenemos 18 rurales, 11 mixtas y solo 4 urbanas.

La pobreza y la pobreza extrema también golpean más fuerte al mundo rural que al mundo urbano y plantean brechas en acceso a la educación, la salud, el agua y la electricidad.

“Desafíos del subsidio rural en el marco del Plan de Emergencia Habitacional”, se tituló el seminario que organizó la CChC Rancagua, donde junto a expertos nacionales se analizó la importancia del desarrollo del mundo rural, como “un gran y fundamental desafío que se debe abordar para mejorar la situación actual”, señaló Juan Pablo Gramsch, Presidente Regional de la CChC, al inaugurar el encuentro.

A sus palabras se sumó la exposición de María Emilia Undurraga, Investigadora del Centro de Políticas Públicas de la Universidad San Sebastián (USS) quien habló de “la importancia de entender el mundo rural no como sinónimo de agricultura y pobreza, sino como un territorio con una gran gama de actividades y potencialidades”. Respecto a los números precisó que uno de cada cuatro chilenos vive en comunas rurales y el 83% de las comunas (263 de 346) son rurales.

Además, la pobreza en el mundo rural es más dura que la del mundo urbano. Así, si el análisis es por ingreso, en el mundo urbano la pobreza y la extrema pobreza, llegan al 7,4 y al 2,0, respectivamente; mientras que en el mundo rural estas cifras se elevan a 16,5 y 4,4%, respectivamente. Y si el foco es la pobreza multidimensional, las cifras crecen más, llegando a un 18,3% en el mundo urbano y al 37,4% en el rural.

La Región de O’Higgins y la calidad de vida rural

Si estas cifras se llevan a la Región de O’Higgins, el análisis muestra que los datos de ruralidad allí son un 55% de carencia de escolaridad en el mundo rural vs 30% en el mundo urbano. En materia de habitabilidad las cifras son 17% en el mundo rural y 14% en el urbano; en materia de carencia de servicios básicos, como agua y luz, la cifra llega al 19% en el área rural y solo al 2% en el mundo urbano. Si el tema es carencia en el entorno -cercanía a los servicios como colegios, salud, supermercados, entre otros- esta cifra llega al 18% en el mundo rural, mientras que en el urbano es un tercio de ellos (6%).

Todo este análisis tuvo como contexto el déficit habitacional que presenta el país, donde se requieren más 641 mil viviendas al año 2022, desafío para el que el Gobierno propuso el Plan de Emergencia Habitacional 2022-2025 que permitirá construir 260 mil viviendas en Chile y que en la Región considera 14.667 casas.

La Investigadora del Centro de Políticas Públicas de la Universidad San Sebastián, explicó que si se observa el Sistema de Indicadores de Calidad de Vida Rural (SICVIR), que se establece para monitorear el avance de los lineamientos de la Política Nacional de Desarrollo Rural (PNDR), la situación de la Región de O’Higgins presenta 297.188 viviendas con 18.505 (6,2%) con hacinamiento y 3.670 (1,2%) con acceso deficitario al agua potable.

María Emilia Undurraga sostuvo que “en el escenario actual  se requiere un trabajo conjunto para alcanzar el objetivo señalado en la Política Nacional de Desarrollo Regional que busca mejorar la calidad de vida y aumentar las oportunidades de las personas que viven en el mundo rural”, y en ese sentido, señaló como esenciales tener presente que: la calidad de vida rural presenta grandes brechas en relación al mundo urbano y que las comunas rurales representan el 83% del total de las del país; que la seguridad alimentaria  -a nivel mundial- aumentará la demanda de alimentos y productos forestales, al año 2030, en más de un 20%; y que en relación al cambio climático el sector silvoagropecuario requiere adaptarse y cumple un rol clave en la carbono neutralidad.

La mirada del Ministerio de Vivienda

La exposición del Ministerio de Vivienda sobre la materia, estuvo a cargo de arquitecto Patricio Escobar. El especialista se refirió a los desafíos del subsidio rural en el marco del Plan de Emergencia Habitacional.

Explicó que existe un universo total de 39.126 subsidios otorgados entre el 2016 y 2021; de ellos, 19.068 están sin proyecto desarrollado, lo que equivale a un 49% de los subsidios otorgados. En ese escenario, explicó Escobar la estrategia del Gobierno será poner el foco en 13.259 subsidios sin proyecto en regiones. Esto equivale al 68% de los subsidios sin proyecto y que se enfocará en las regiones del Maule, Ñuble, La Araucanía y Los Ríos.

Asimismo, el representante del Minvu, explicó que se han definido nudos críticos y ejes de trabajo para abordar el tema del subsidio rural. Así los nudos son: falta posicionar el programa en las regiones; cartera de Entidades de Gestión Rural, EGR, insuficientes y de baja calidad técnica; cartera de constructores y mano de obra insuficiente; proyectos desfinanciados; difícil, acceso al agua potable, y baja capacidad de respuesta de servicios externos.

Para abordar los 6 nudos se desarrollaron 18 ejes de acción, entre los que destacan la gestión de proyectos, la evaluación técnica de los proyectos y la vinculación del Minvu con las familias para así posicionar el programa en las regiones. La autoconstrucción asistida, el potenciar a los pequeños contratistas y la vivienda industrializada son parte de las propuestas para abordar la insuficiente cartera de constructores y mano de obra. En el caso de los proyectos desfinanciados se proveerá de herramientas normativas para ajustar precios y difundirlo en los equipos regionales; evaluar exigencias y estándares de urbanización de los conjuntos habitacionales y adecuarlas a la realidad rural. En el caso del difícil acceso al agua se potenciará el Agua Potable Rural, APR; se desarrollarán alternativas de provisión de agua potable junto al Minsal y se plantea proveer el vital elemento con camiones aljibe.

El DS 10 y sus nudos críticos

Gian Capurro, Presidente GT DS10 de la CChC, y Gerente General Constructora Santa Magdalena SpA Temuco, expuso sobre el DS 10, que regula la construcción en el mundo rural. Al respecto se refirió a los nudos críticos donde mencionó, entre otros, la falta de visibilidad del DS10 y una cartera de gestión rural insuficientes, coincidiendo con los demás expositores en puntos como la cartera de construcción y mano de obra insuficiente y el difícil acceso al agua potable, además de los proyectos desfinanciados.

En la línea del trabajo conjunto de la CChC con diversos actores, Capurro, señaló que “se han buscado soluciones”, entre las que destacan dar visibilidad al DS 10 a través de ser considerado como una herramienta plausible para la reducción del déficit habitacional, consolidándolo dentro del Plan de Emergencia Habitacional. En materia de proyectos desfinanciados, señaló el trabajo en base a dos instrumentos: la RESOLUCIÓN EXENTA N°1448 (V.Y U.) y la aprobación de medidas excepcionales de gestión para el otorgamiento de subsidios adicionales. Sobre la baja capacidad de respuesta de los servicios externos, mencionó la creación del Grupo de Trabajo DS10, la creación de la Mesa de nudos críticos, que integran el GTDS10 y el MINVU y la participación en el Consejo de Asesores del Plan de Emergencia Habitacional.

En materia de desafíos, el Presidente GT DS10 de la CChC, destacó que los problemas con la cartera insuficiente, la vivienda industrializada y las interpretaciones amplias desde los gobiernos regionales, entre otros, son desafíos que “nos convocan a seguir trabajando arduamente en este programa”.

Desarrollo sostenible

La exposición final estuvo a cargo del Director Ejecutivo de Déficit Cero, Sebastián Bowen. La organización es impulsada por diferentes actores sociales, académicos, públicos, privados, comités de vivienda y ONG’s que colaboran de forma activa para terminar con el déficit habitacional del país en la próxima década y sobre ella, Bowen señaló que “lograr el déficit cero es un planteamiento hacía el país, un desafío en el que debemos organizarnos y colaborar todos y todas para que se logre. Por ello, más que imponer nosotros una agenda, lo que hacemos es aliarnos con todos los actores para alcanzar este objetivo”.

En materia de ruralidad, el director de Déficit Cero indicó que “se puede plantear que el déficit de viviendas rurales es más bien minoritario -de un 5 a un 10%- pero está mirada cambia cuando se entra en las comunas rurales y se observa el déficit de hacinamiento o de viviendas irrecuperables, ahí el déficit es más fuerte que en las comunas urbanas”. Por ello, Bowen sostuvo que “hay que diversificar la entrega de soluciones, y el mundo rural debe tener una estrategia específica, levantar una oferta desde este mundo en particular”.

Con todo, Bowen planteó que desarrollar un plan de vivienda rural, puede ser “un ejemplo de cooperación en torno a un propósito común que puede impulsar el desarrollo sostenible de todo Chile”.

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