Los negativos efectos del rechazo al proyecto de ley de integración social y urbana
Por Rita Cox F.
Fuente: Pauta 05/06/2021
«No tengo más explicaciones que las pequeñeces políticas del momento», dice Yves Besancon, arquitecto y past president de la Asociación de Oficinas de Arquitectos.
Sorprendió a autoridades, académicos, arquitectos y urbanistas que se manifestaron en sus respectivas redes sociales, columnas y cartas al director de los diarios. El rechazo por parte del Senado al proyecto de ley de integración social y urbana, el pasado miércoles 26 de mayo, dejó a muchos perplejos y a miles de familias al compás de espera, una vez más.
El proyecto, que estaba en segundo trámite, fue rechazado en la Comisión de Vivienda y Urbanismo por parte de tres senadores: Juan Ignacio Latorre, Alejandro Navarro y Jorge Soria. El primero de ellos, del Frente Amplio, argumentó que «la discusión de fondo sobre el derecho social a la vivienda y a una ciudad justa se debe dar en el proceso constituyente y en un próximo gobierno transformador».
El problema es que hoy en Chile se registran 800 mil familias que viven en campamentos y unos 600 mil allegados.
Sobre el proyecto -que debe volver a Sala- y sus alcances conversó en el programa Plaza Pauta, de Radio PAUTA, el arquitecto, past president de la AOA y columnista del espacio, Yves Besancon. «No sé qué voltereta se dio este país que por el voto de tres senadores ni siquiera se aprueba la idea de legislar un tema tan importante como este. Especialmente cuando los objetivos de esta ley son súper claros», dijo de entrada.
El arquitecto resumió estos objetivos. «Primero, planificación territorial con integración e inclusión social y urbana. Segundo, adquisición y habilitación de terrenos y habilitación de normativas de terrenos para la construcción de viviendas subsidiadas. Regeneración de barrios y conjuntos habitacionales altamente segregados. Resguardo para una integración social y urbana efectiva e inclusiva. Y nuevas funciones que el Ministerio (de Vivienda y Urbanismo) tendría para la integración social y urbana».
Besancon opinó que «el proyecto puede haber tenido mil errores, o fallas o aspectos que a estos tres senadores pueden no gustarles, pero para eso está la Cámara de Diputados y el Senado. De hecho, la Cámara de Diputados, a través de muchos aportes, transformó esta ley en una diferente a la que ingresó en 2018, y que se aprobó por más de 75 votos contra cerca de cincuenta y tantos».
«Yo he hecho viviendas sociales y, desde el momento en que uno empieza a proyectar un conjunto hasta el momento de la recepción final y entrega a quienes han postulado, que merecen y necesitan, son siete años más. Por lo tanto, estamos hablando de 12 a 15 años en que las personas no tienen porqué estar esperando», contó Besancon.
«No tengo más explicaciones que las pequeñeces políticas del momento», concluyó.