La Operación Vivienda

Fuente: La Nación 01/03/2009

Un presupuesto de un billón de pesos, y la ejecución de un abanico de medidas orientadas a la reactivación de la construcción y la recuperación de calles, es uno de los ejes del paquete de estímulo fiscal del Gobierno, y está a cargo del ministerio que dirige Patricia Poblete. Se espera generar hasta 200 mil puestos de trabajo en 2009.

Con las cifras del desempleo en la mano (8% en el trimestre noviembre-enero) el viernes último el vocero de Gobierno, Francisco Vidal, advertía que la crisis mundial ya había aterrizado en Chile. Y se ratificaba con los índices de producción industrial y minera, que mostraron una caída de 8,9% y 3,6% en enero, respectivamente.

Ante ese panorama aciago, los anuncios sobre programas para construir nuevas casas y reparación de calles que hacía el mismo día viernes la ministra de Vivienda, Patricia Poblete, de pie sobre el pegajoso pavimento nuevo de la avenida Tobalaba, cayeron como agua fresca para sedientos.

Los planes reactivadores del Ministerio de Vivienda y Urbanismo son uno de los ejes principales en los que se apoya el Paquete de Estímulo Fiscal anunciado por la Presidenta Bachelet, e implican crear al menos unos 70 mil empleos directos en 2009, pudiendo llegar hasta los 200 mil, gracias a un presupuesto total que supera el billón de pesos para ser ejecutado este año.

Por eso la ministra Poblete afirmaba enfática: «Estamos dando una señal clara de que estamos entregando más mano de obra, entregando puestos de trabajo, estamos alejando el fantasma de la cesantía Todo nuestro presupuesto va encaminado a generar más empleo».

Hola trabajo, adiós «eventos»

El más inmediato de los planes es el de la reparación de calles y avenidas, que se ha estado desarrollando durante todo el verano. Muchas de las repavimentaciones se estrenarán este lunes, para recibir marzo y a los escolares sin los conocidos «eventos». En la temporada estival se trabajó en 55 kilómetros, pero en total se llegará hasta los 1.500 kilómetros, para lo cual se invirtieron 21 mil millones de pesos adicionales en este período. «Marzo llega con buenas noticias», destaca la ministra.

También se comenzará a reparar más de dos mil calles y pasajes en poblaciones de toda la capital. «Tenemos un plan para pavimentar al interior de poblaciones construidas por el Serviu, donde al menos aseguramos dos mil puestos de trabajo de aquí hasta final de año», explica.

Poblete agrega que esto «significa una mejor calidad de vida, recuperando la ciudad, entregando plusvalía. Aquí no sólo se recuperan las calles, sobre todo cuando se recuperan también corredores de transporte público, mobiliario urbano, áreas verdes». El director del Serviu Metropolitano, Andrés Silva, explica a su vez que muchas de las poblaciones beneficiadas fueron construidas en los años ochenta y, por lo tanto, su asfaltado estaba muy deteriorado.

Subsidios garantizados

Junto con ello, se ampliaron en 60 mil los subsidios que entrega la cartera, hasta llegar a los 200 mil, incluyendo los ya estipulados en la Ley de Presupuestos. Una de las sorpresas en este ámbito sobre todo en medio de las señales de crisis económica- ha sido el interés tanto de las personas (la demanda) como de las empresas constructoras (la oferta), por el Programa Extraordinario de Vivienda, que subsidia la construcción de viviendas de hasta 950 UF, donde el Estado financia casi la mitad del valor.

«Nosotros tuvimos algún nivel de preocupación acerca de cuántas empresas se iba a atrever a construir en estas condiciones», admite Poblete. «Te quiero decir que este subsidio salió publicado el 6 de febrero en el Diario Oficial, y al día jueves llevábamos 23 mil 800 de los 25 mil que anunciamos, subsidios que estaban, entre comillas, presentados para reservarse». La ministra recalca que incluso muchas empresas que tenían proyectos por 1.200 UF ajustaron los valores para poder ser parte del beneficio.

«Ha habido una tremenda disposición para empezar nuevas construcciones, que comiencen ahora antes del 1 de agosto y terminen antes del 30 de septiembre de 2010, de manera de generar empleo concreto ahora y durante todo un año», explica, y señala que, hasta el viernes, más de una veintena de empresas se habían mostrado interesadas en este sistema, desplegando proyectos de construcción de unas 13 mil viviendas nuevas en las regiones Metropolitana, de Tarapacá, de Coquimbo, de Valparaíso, de O’Higgins, del Maule, del Biobío, de la Araucanía y de los Lagos.

El mayor atractivo del programa que, además de las garantías estatales para las ganancias de los oferentes, también las hay para las vicisitudes que pueda enfrentar la demanda: «Todos los subsidios que estamos entregando para comprar viviendas de hasta dos mil UF tienen un seguro de cesantía de cargo fiscal durante tres años, durante 36 meses; es decir, si una familia se queda sin trabajo, habrá una compañía de seguros que va a pagar su dividendo durante todo un año. Pero si esta familia logra tener trabajo de nuevo durante seis meses seguidos, podría nuevamente hacer efectivo su seguro de cesantía». Además, para las empresas constructoras existirá un seguro de remate, con lo que se asegurará el pago del ciento por ciento de la deuda insoluta si una persona llega a no pagar. «Estamos dando todas las garantías de manera de dar seguridad al constructor y al que está comprando», dice la titular de Vivienda.

Las condiciones anteriores irán acompañadas de una agilización en los trámites que deben realizar las constructoras con el Minvu, de manera de incentivar más proyectos. «El subsidio a la oferta es un subsidio tremendamente ágil, en que las empresas constructoras necesitan presentar su permiso de construcción y nosotros hacemos una revisión del proyecto de una manera muy general, a ver si cumple con la nueva política habitacional del ministerio», señala la ministra. La idea es que los proyectos se pongan en marcha a más tardar un mes y medio después de su aprobación.

Empleos directos e indirectos

La importancia de la política de subsidios es que, según las estimaciones de la cartera, por cada subsidio habitacional que se otorga se generan 1,5 puestos de trabajo directos, los que, de acuerdo con la calificación ministerial, son fuentes laborales estables, productivas y de creación en el corto plazo. Los indirectos son muchos más: «Hay que considerar al transportista que lleva el fierro a la construcción, la máquina aljibe que echa agua, el señor que produce la baldosa, el que produce el zinc para los techos, el que produce los fittings para los baños, en fin», explica Poblete.

Además, se entregarán 25 mil subsidios adicionales para la protección del patrimonio familiar, es decir, aportes para que se puedan ampliar y reparar viviendas usadas. Con ese aumento más los 60 mil subsidios considerados en el Presupuesto 2009, se espera que unas 85 mil familias puedan mejorar sus hogares.

Hasta aquí, las regiones que más subsidios de reparación han recibido son la Metropolitana, de la Araucanía y del Maule, que concentran el 75% del total.

Al mismo tiempo, afirma la ministra, «estamos aumentando el subsidio para construir viviendas para los más pobres, que tienen más dificultad, a los que les estamos financiando el ciento por ciento de su deuda; es una vivienda sin deuda y para la cual tienen que tener sólo 10 UF de ahorro». Este último programa implica que más de 45 mil familias de escasos recursos podrán acceder a una casa propia.

Clase media y stock

Una de las medidas destacadas por el Minvu es la modificación al Decreto Supremo 40, que destinaba un subsidio para comprar viviendas nuevas o construidas de hasta mil UF. Gracias al cambio se duplicó la capacidad de compra, lo que implica un claro beneficio para la clase media. Durante diciembre y enero ya se habían entregado poco más de cuatro mil subsidios y la estimación de la cartera es que el beneficio puede alcanzar hasta las 80 mil familias.

Según el director del Serviu Metropolitano, Andrés Silva, este beneficio «no sólo está destinado a las personas; también interesa reducir el stock de las empresas, para que tengan más liquidez y puedan volver a elaborar y poner en marcha proyectos nuevos». De esta manera, asegura, se ayuda a paliar el principal problema de los sectores inmobiliarios, que describe como de «expectativas y falta de certezas».

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