Investigación en campamento dignidad: liderazgos femeninos y estrategias comunitarias
Por El Mostrador Braga
Fuente: El Mostrador 24/08/2021
En marzo de 2021 la ONG TECHO publicó cifras respecto a la situación de asentamientos en Chile, donde reveló que 81.643 familias viven en 969 campamentos, siendo la cifra histórica más alta desde 1996. “El problema de la vivienda está íntimamente relacionado con desigualdades de género y la gestión del riesgo en asentamientos informales”, indicó la investigadora Leila Juzam.
La pandemia del Covid-19, las lluvias, los riesgos de aluviones, la escasez hídrica y los riesgos infecciones, son múltiples amenazas que enfrentan las personas que habitan en campamentos y en situación de hacinamiento. Así lo evidenció el estudio del Centro de Investigación para la Gestión Integrada del Riesgo de Desastres, CIGIDEN, desarrollado por Valentina Acuña, Sofía Valdivieso y Leila Juzam, donde estudian el “Campamento Dignidad”, ubicado en la Quebrada de Macul.
El estudio llamado “Dignificando la Gestión del Riesgo de Desastres: Liderazgos femeninos y estrategias comunitarias en el campamento Dignidad, Santiago de Chile”, indica que las estrategias para acabar con dichas amenazas , son organizadas principalmente por mujeres, con colaboración equitativa, apoyo voluntario, identificación política y transmisión de conocimientos locales.
“Nuestra investigación se basa en la conformación de lo que primero fue una toma y hoy es un campamento de 600 familias que viven en una de las riberas de la Quebrada de Macul, una de las quebradas más activas del piedemonte de Santiago de Chile. Este territorio fue declarado como ´zona de restricción´ por parte de las autoridades estatales, luego del aluvión de 1993 que arrasó con 307 viviendas”, explicó la historiadora Valentina Acuña.
Asimismo, las características precarias de las viviendas autoconstruidas, la carencia de servicios básicos y el lugar de emplazamiento, hacen que las amenazas se multipliquen. “La organización comunitaria al interior del Campamento Dignidad se configura a partir de una división socio-territorial en cuatro etapas, cada una liderada por una dirigenta y una vocera que se encarga de las comunicaciones con organizaciones externas e instituciones estatales”, señaló Acuña.
Además, ese liderazgo está basado también en las prácticas asociadas a los cuidados, ayuda comunitaria, diversificación equitativa del trabajo femenino, un rol educativo para la prevención de contagios. “En el caso de los hombres, estos colaboran en momentos de emergencia mediante el apoyo en situaciones específicas, como en la autoconstrucción de las viviendas, guardias en momentos de ocupación de terrenos y alertas de riesgo de aluvión”, comentó la antropóloga Leila Juzam.
Para la investigadora Sofía Valdivieso, la resiliencia es un concepto que incluye la dignidad como una categoría moral y “política de desarrollo que se hagan cargo del problema habitacional y las desigualdades de género”, por lo que los problemas de vivienda, también tiene estrecha relación con las desigualdades de género.
Por último, según el estudio, las iniciativas de Gestión de Riesgo de Desastres deberían reducir la vulnerabilidad de las mujeres y buscar el modo de centrarse en las causas fundamentales de esta vulnerabilidad para diseñar programas sensibles al género, a la medida de sus intereses, necesidades y expandiendo sus capacidades.