Claves para vivir en un megaedificio

Tener un reglamento de copropiedad adecuado, establecer un sistema eficiente de cobro de gastos comunes y ordenar los espacios comunes son aspectos esenciales.

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por MILLARAY NAVARRO AYALA

Los megaedificios hoy de moda concentran centenares de vecinos variopintos. Estos gigantes inmobiliarios, con más de 300 departamentos por torre, se han comenzado a masificar en Santiago, Estación Central y en el sector oriente capitalino. Incluso, la fiebre de la densidad ha llegado hasta regiones. Una tendencia al volumen que es irreversible según los expertos. Con todos sus beneficios y dificultades.

Explica Marcos Camsen, gerente de Logística y Adquisiciones de Paz, que estos productos son ideales para satisfacer la demanda de 2 millones de personas que comprarán vivienda antes de 2020. «Rentabilizan la inversión con gastos comunes más bajos y acceso a facilities».

Pero según Manuel Batarce, presidente de la Asociación de Administradores de Edificios, en estas enormes comunidades surgen problemas de ruido, estacionamientos, entre otros, que afectan la convivencia. Por ello, Matías Gajardo, subgerente de negocios de Montalva Quindos Servicios Inmobiliarios, aconseja identificar varios aspectos antes de decidir la compra. «Los servicios y equipamiento deben ser diversos y cómodos pues en este tipo de condominios aumenta la rotación de sus habitantes. Por eso es recomendable que el interesado visite el inmueble en distintos horarios para realizar pruebas de ruido y revisar la circulación en estacionamientos y ascensores».

Por su parte, Manuel Batarce recomienda leer el reglamento. «Algunos condominios tienen reglas muy estrictas para mantener la buena convivencia».

También los gastos comunes son clave. Por eso se aconseja averiguar si en invierno cada usuario paga lo que consume o el costo es prorrateado entre las unidades o si el valor se acomoda a los propietarios y se relaciona con los servicios del inmueble.

Innovaciones

En este sentido, Marcos Camsen, de Paz, señala que por ejemplo esa empresa incorporó un concepto donde los departamentos son 100% eléctricos. «Así, cada uno paga lo que consume».

Manuel Batarce advierte que en algunos casos los consumos personales son más altos que los colectivos. «Hay que revisar el comportamiento histórico de las instalaciones de gas y de las calderas para constatar su uso y los criterios para cobrar las cuentas».

Los espacios comunes pueden suscitar problemas; por ello, se debe comprobar que estas áreas realmente funcionan y que estén aseguradas, sobre todo, las piscinas. «Por eso, en algunos proyectos relegamos la piscina a las azoteas e incorporamos más equipamiento a las salas de niños, para que cumplan su objetivo», afirma Camsen.

Agrega que han sumado la asesoría de abogados en el cobro del gasto común, con lo cual, aumenta la responsabilidad en el pago y los problemas que se podrían ocasionar con tantos vecinos.

Administración centralizada

Los entrevistados afirman que basta con un administrador profesional y bien asesorado para estas enormes comunidades. «Se requiere de un contador, de jefes de guardias, servicios de mantención, entre otros. Al dividir la administración, aumentarían los costos y se generarían problemas de gestión», afirma Sebastián Munilla, gerente general de DYK Condominios, empresa que administra las doce torres de Imago Mundi.

Fuente: El Mercurio Domingo 26 de agosto de 2007

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