Los "Sin Casa" instalan sus carpas en calles de París y sacuden Francia

Protesta contra la escasez de vivienda
Los manifestantes han logrado amplio apoyo popular y obligaron a Chirac a poner el tema en la campaña presidencial.

Cientos de franceses sin hogar recibieron el 2007 en tiendas de campaña instaladas en el corazón de París, donde la escandalosa falta de viviendas dignas ha provocado una protesta de magnitud inesperada, que ha suscitado el apoyo del resto de los franceses y que obligó al Presidente Jacques Chirac a exigir que la cuestión sea prioritaria en la próxima campaña presidencial en Francia.

Carísimas, escasas y diminutas, las viviendas en París se han convertido en un producto de lujo al que muchos ciudadanos no tienen acceso.

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El debate sobre el derecho a una vivienda para los «Sin Domicilio Fijo» (SDF), eufemismo con el que los franceses llaman a quienes viven en la calle, fue impulsado con gran éxito durante las fiestas de fin de año por la asociación «Los Hijos de Don Quijote». Los manifestantes han ocupado desde hace días las primeras páginas de la prensa francesa al instalar, a mediados de diciembre, más de 300 carpas color burdeo a orillas del Canal de Saint Martin, en París.

El tema ha provocado reacciones de políticos de derecha e izquierda y promete ser central en la campaña electoral.

En sus deseos para el 2007, el Presidente Jacques Chirac exigió al gobierno que dé una respuesta a esta crisis, recordó que el derecho de todo ciudadano a una vivienda debe ser una realidad y pidió que, en caso contrario, se reconozca la posibilidad de los franceses de recurrir a un tribunal para exigirlo, destaca AFP.

Además de las palabras de Chirac, el gobierno francés, presionado por las imágenes de las tiendas de campaña, anunció en estos días un paquete de ayuda de emergencia de 70 millones de euros (unos 92 millones de dólares) para las personas sin hogar.

Estas medidas son un gesto «positivo pero insuficiente» dicen estas asociaciones, que pretenden «resistir» en estas protestas hasta la primera vuelta de las elecciones de abril.

«El gobierno debería haber reaccionado antes. Me levanto todos los días a las cuatro de la mañana para trabajar, gano 1.200 euros como agente de seguridad y me piden 700 por un alquiler, además de un garante y un adelanto de dos meses. Es imposible», resumió a France Presse uno de los habitantes de las carpas en las orillas del Canal Saint Martin.

Pero no sólo las carpas burdeo son la expresión de la queja de los franceses. Hace varios días, tres asociaciones ocuparon un edificio vacío de 1.000 metros cuadrados en el centro financiero de París, instalaron a varias familias sin hogar y el lunes 1 de enero establecieron simbólicamente en él la sede del «Ministerio de la Crisis de la vivienda».

«Queremos que la cuestión de la falta de viviendas ocupe un lugar central en el debate electoral», declararon los voceros.

Estos tres grupos más «Los hijos de Don Quijote» han conseguido un apoyo inesperado. Es más, según destaca «The New York Times», las protestas serían imitadas en otras ciudades francesas, incluidas Orleáns, Tolouse y Lyon.

El problema en cifras

Según diversas asociaciones, en Francia hay tres millones de ciudadanos que tienen un problema grave de vivienda. Entre ellos, un millón no dispone de un lugar donde cobijarse y sobrevive de la caridad de amigos o asociaciones humanitarias y 100.000 se han instalado directamente en la calle. Son los «Sin Domicilio Fijo», que -a pesar de lo que se cree por su condición de «sin techo»- tienen trabajo, pero con un salario que no basta para pagar los exorbitantes alquileres. Es el lado oculto de un país símbolo de los derechos humanos que se vanaglorió durante años de su modelo de inclusión social.

Fuente: emol.com
Miércoles 3 de enero de 2007

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