Gobierno aún no nombra jefe de Consejo de Desarrollo Urbano, y plan de emergencia habitacional de Montes avanza sin supervisión
Por Joaquín Riffo B.
Fuente: Interferencia.cl 15/11/2022
El consejo consultivo está en receso desde marzo y no se sabe cuándo retomará labores ni quién lo liderará tras la salida del arquitecto Sergio Baeriswyl. Esto en medio de un plan del gobierno para construir 260 mil viviendas en cuatro años.
«Dejamos tareas pendientes, algunas recién iniciadas y otras postergadas, como la actualización de la Política Nacional de Desarrollo Urbano, a la espera de las directrices de una nueva Carta Fundamental para Chile. Ofrecemos a quienes asuman la noble tarea del nuevo periodo del CNDU todo nuestro apoyo y les deseamos el mayor de los éxitos. El CNDU es un patrimonio de Chile”.
En marzo de este año, con esas palabras el arquitecto Sergio Baeriswyl Rada despedía su gestión como presidente del Consejo Nacional de Desarrollo Urbano (CNDU) quien encabezó la organización entre 2018 y 2022.
Lo que no se advertía en ese momento es que luego de varios meses después, el Consejo todavía no iba a tener una nueva conformación y se iba a encontrar paralizado desde entonces. Para dar curso a una nueva etapa, es el Presidente de la República, Gabriel Boric, quien formalmente nombra al presidente y a los consejeros del CNDU, mientras es tarea del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, a través de su ministro, Carlos Montes, el de sugerir y gestionar nombres.
Por ello, durante los últimos meses ha existido intranquilidad y preocupación entre los actuales miembros del último Consejo, quienes ven cómo se avanza en un ambicioso plan de emergencia habitacional encabezado por el ministro Montes, pero sin estar constituido el CNDU. Si bien se trata de una instancia consultiva, y la mayoría de los consultados valora la propuesta del Ejecutivo porque se trata de hacer frente a un escenario urgente, también no se explica por qué desde el Gobierno no se ha impulsado esta entidad.
Para dar curso a una nueva etapa, es el Presidente el que formalmente nombra al presidente y a los consejeros del CNDU, mientras es tarea del Minvu a través de su ministro el de sugerir y gestionar nombres.
En funcionamiento desde 2014, el Consejo está compuesto por 31 integrantes que vienen del mundo político (varios ministros y subsecretarios), académico (decanos de universidades) y también representantes de la sociedad civil, que nació con el objetivo de ser un órgano consultivo y asesor que de forma permanente haga propuestas de reformas y verificará el avance en la implementación y el cumplimiento de la Política Nacional de Desarrollo Urbano.
INTERFERENCIA se contactó con algunos miembros del actual Consejo para conocer su opinión sobre los retrasos en la conformación, la efectividad de las propuestas sugeridas en los distintos gobiernos y el debate sobre si el organismo debiera pasar a un rol más deliberante que sólo consultivo.
A juicio de Pilar Goycoolea, una de las representantes de la sociedad civil en el Consejo a través de la Fundación Urbanismo Social, “se hicieron muchas propuestas durante el estallido y durante la pandemia. Si te metes a la biblioteca del CNDU hay muchísimo material, pero realmente no se ven reflejadas en las agendas, en los programas y en los decretos de los distintos ministerios».
«Entonces finalmente creo que una de las grandes apuestas, tal como lo dice la última minuta del Consejo antes de salir Sergio Baeriswyl como presidente, es la necesidad de tener una gobernanza que permita incidir de forma mucho más fuerte y vinculante en los programas de cada uno de los ministerios”.
En esa línea, sobre la ralentización en la conformación de la nueva estructura del CNDU, la consejera cree que “sin duda tiene que conformarse lo antes posible y también se ha escuchado la posibilidad de poder coordinarse mejor con otras instancias de gobierno, quizás en otros comités como el consejo rural. Creo que hay una oportunidad de mejorar la gobernanza, de incorporar más a la sociedad civil porque hoy sólo somos dos consejeros representantes de ese mundo».
«El Consejo puede proponer muchas cosas pero si no está la capacidad de pilotear con agilidad y flexibilidad que no necesariamente tiene el Estado obviamente van a quedar muchas veces en propuestas que no van a ser ejecutadas. A lo que apostaría es que no sólo se proponga quién va a liderar este próximo período sino que también se avance en una estrategia de cómo va a ser una gobernanza donde las propuestas sean mucho más vinculantes”, afirma Goycoolea.
Roberto Burdiles, decano de la Facultad de Arquitectura de la Universidad del Bío Bío y actual miembro del Consejo, opina que “lo que uno no entiende es la demora en el nombramiento. Sin tener una evidencia concreta, pero lo que uno sospecha es que no hay una disposición del gobierno en este momento de constituir el Consejo. Ha pasado casi un año y todavía no hay ninguna respuesta a los llamados que se han hecho desde distintos sectores sobre qué pasa. En ese sentido, más que una sospecha es una realidad que no se ha querido echar a andar el Consejo. Uno no sabe razones concretas, sólo lo que se puede intuir, porque tampoco ha existido ninguna manifestación por parte del gobierno”.
Otro consejero consultado por INTERFERENCIA que prefiere reservar su identidad manifestó que “sospecho al ser esto un panel de expertos, y al ser este mundo cuestionado para el 18 de octubre, que el gobierno a través del ministerio ha preferido desarrollar otros caminos, como por ejemplo el programa habitacional que impulsa el ministro Montes. Eso es desconocer el sentido que tiene el Consejo, que es un organismo transversal, que ha pasado por varios gobiernos y no es un instrumento que tome decisiones, sino consultivo que advierte sobre los temas de los cuales el Estado se tiene que hacer cargo”.
Un Consejo ausente frente a un plan habitacional ambicioso
En conversación con este medio, el arquitecto y ex presidente de la entidad, Sergio Baeriswyl, se refirió a la inactividad del Consejo justo cuando el Minvu anunció un plan de emergencia que considera un gran volumen de nuevas viviendas.
“Ese es un punto que hace bastante extraño que hoy no esté el Consejo. Si el CNDU estuviese, probablemente habría participado en la elaboración de este plan y habría representado adecuadamente la visión de ciudad, cosa que el plan habitacional tuviera como matriz más robusta el tema urbano, para no repetir algunos errores del pasado. Por ejemplo, cuando en los años 90 se construyeron una gran cantidad de viviendas en la periferia que fueron procesos muy exitosos desde el punto de vista cuantitativo, de la vivienda pero un problema de segregación y déficit de ciudad que hasta el día de hoy no se puede superar”, afirmó Baeriswyl.
Al respecto, el arquitecto apuntó que “yo no sé si esa es la intención pero sí me preocupa que no esté el Consejo para que efectivamente atienda este enorme plan, que todos celebramos, pero que en todo el documento no habla de la Política Nacional de Desarrollo Urbano, la cual está vigente. Entonces es raro que un plan habitacional no hable de la ciudad de manera explícita. Eso obviamente preocupa y se podría resolver con el CNDU el cuál estaría haciendo diversas gestiones para mejorar este proyecto”.
Junto a ello, el ex presidente de la entidad quiso enfatizar que “el hecho de que hayan pasado varios meses sin que se constituya el Consejo se ha prestado para que existan muchas especulaciones, desde el punto de vista de cómo explicar que la autoridad no quiera impulsar el CNDU. Como ex presidente, quiero ser prudente y creo que esas explicaciones tiene que darlas el presidente y sus ministros, pero no necesariamente creo que sea por inefectividad del Consejo».
«Es algo que como que se ha empezado a dejarse entrever porque quieren justificar esta demora. Y digo esto porque la Ley de Transparencia de Suelos, la Ley de Integración Social y una serie de modificaciones de decreto de la ordenanza surgieron desde la construcción del Consejo”, dijo el arquitecto, enumerando varios otros ejemplos que surgieron por parte del organismo.
En funcionamiento desde 2014, el Consejo está compuesto por 31 integrantes que vienen del mundo político (varios ministros y subsecretarios), académico (decanos de universidades) y también representantes de la sociedad civil, que nació con el objetivo de ser un órgano consultivo y asesor.
Por su parte, el arquitecto y consejero Iván Poduje, cree que la urgencia en materia de viviendas ha dilatado la conformación de un nuevo CNDU: “yo diría que el ministerio debe estar focalizado totalmente en la emergencia habitacional y creo que esa emergencia terminó siendo bastante más seria que lo que se pensaba, producto del aumento de las tomas y los campamentos que se salió bastante de control. Entonces mi impresión es que Montes está 100% focalizado en el tema de vivienda, y por esa emergencia, poco en las consideraciones de desarrollo urbano donde muchas de las ideas que se sugirieron no han sido consideradas”.
Aún así, Poduje cree que “en el caso de Transportes ahí es más discutible el tema, no sabría por qué no han sido consideradas las propuestas. El único avance ha sido en materias de la Ley de Integración Social que quedó del gobierno anterior y se requieren hacer precisiones para que pueda operar”.
Consultado sobre si en su experiencia como miembro del CNDU notó si los distintos gobiernos tomaron las recomendaciones del Consejo, el arquitecto se mostró escéptico al respecto.
“En el primer gobierno de Piñera se hace la Política Nacional de Desarrollo Urbano. En el primer gobierno de Bachelet se avanzó muy poco, de todas las propuestas que se hicieron se tomó una que fue la Ley de Transparencia del Mercado de Suelos. Y en el segundo gobierno de Piñera diría que también fue poco. En mi opinión, en general el Consejo no ha sido un elemento que se considere justamente porque no es vinculante y eso hace que uno haga sugerencias pero que los dos últimos gobiernos no han considerado mucho, por no decir que casi nada. El CNDU tiene un rol más académico y hace propuestas que son de mediano y largo plazo, y creo que eso choca con ministros que tienen su agenda propia. En este caso creo que el ministro Montes ha sido pragmático, está enfrentando una emergencia habitacional y por eso no ha tomado en cuenta esta situación. Tiene una meta que tiene que cumplir e imagino que en eso está enfocado. Pero como te digo, si revisas los gobiernos anteriores, tampoco es que el CNDU haya tenido una gran incidencia en las políticas de desarrollo urbano, siempre ha sido estrictamente consultivo”, aseguró.