Conurbación sustentable: El sueño de transformar a La Serena y Coquimbo en «ciudades de 15 minutos»
Por Romina Onel
Fuente: El Día 20/03/2023
Dos expertos se refirieron a los desafíos que enfrenta la Conurbación, para convertirse en comunas urbanísticamente sustentables.
Desde hace un par de años se ha puesto en boga el slogan de “La ciudad de los 15 minutos”, idea que entró en debate en diversos foros de urbanistas e incluso en el World Cities Report del 2022, tomando mayor protagonismo luego de que la alcaldesa de París, Anne Hidalgo y su urbanista Carlos Moreno, apostaran por la salida de los autos del centro de la ciudad luz.
En resumen, “La ciudad de los 15 minutos” es un concepto que apela a garantizar el acceso de las personas a los servicios de salud y educación, abastecimiento, ocio y sus trabajos a un cuarto de hora caminando o en bicicleta desde su vivienda.
Teniendo en cuenta los atochamientos viales que se forman a ciertas horas del día en la conurbación de La Serena y Coquimbo y queriendo aterrizar esta idea a la realidad local, desde el diario El Día se conversó con dos urbanistas, para ver la posibilidad de aplicar esta estrategia.
En proceso de desarrollo
Al ser consultado por este tipo de soluciones, el arquitecto y Magíster en Economía Urbana, Carlos Moreno, -quien además es académico de la Universidad de La Serena de las cátedras de Arquitectura y Gestión Inmobiliaria-, sostuvo que lo primero que se debe tener en cuenta es que la realidad parisina es totalmente distinta a la local.
“Este es un objetivo complejo y hay que pensar que las ciudades europeas, -especialmente París-, son altamente densificadas, con viviendas en altura, centros urbanos relativamente consolidados, buena estructura vial y parques, ya que su proceso histórico de urbanización ha sido ordenado, lo que les permite generar esta estrategia, pero nosotros tenemos mucho camino que recorrer”, aseguró el experto.
Según lo explicado por el urbanista, La Serena y Coquimbo son ciudades que están en proceso de desarrollo, con baja densidad de viviendas, -la gran mayoría de un piso-, y cuyo comercio está muy sectorizado.
“No creo que en la realidad actual sea posible disponer de todos los servicios en esta cantidad determinada de tiempo, pero creo que es viable apuntar a la ubicación de áreas verdes, colegios, cuerpos de bomberos y servicios de seguridad”, defendió Moreno.
El arquitecto también argumentó que el Estado podría avanzar en términos de servicios públicos, ya que ahora todos están centralizados en los núcleos urbanos de las ciudades.
“En la medida que la ciudad va creciendo, se tienen que crear estrategias para facilitar y garantizar que las personas puedan acceder a bienes y servicios cercanos a sus lugares de residencia y que estos sean de una misma calidad, independiente del territorio”, señaló el urbanista.
Poca sustancia
El arquitecto, doctor y consultor experto en urbanismo sustentable, Rodrigo Tapia, -quien además es investigador asociado de la Universidad Católica del Norte y académico de la Universidad de Puerto Viejo en Ecuador-, también se refirió y alegó que a su parecer los conceptos de “smart cities” y “ciudades de los 15 minutos”, son reduccionistas, ya que “responden a una estrategia de marketing o de greenwashing, para promocionar las ciudades con fines económicos, pero detrás hay poca sustancia”.
Según Tapia, se debe ser muy responsable en las estrategias urbanas que se utilizan para mejorar la calidad de vida de las personas.
“Una mayor calidad de vida, pasa por tener más tiempo para hacer lo que quieras y en eso los europeos están muy bien, porque han luchado para reivindicar sus derechos sociales, pero en Chile estamos bajo un sistema neoliberal esclavizante que no lo permite”, lamentó el arquitecto.
Ahondando en esto, el urbanista indicó que para mejorar la calidad de vida de las personas, se pueden generar políticas públicas de reordenamiento de infraestructura y de gestión de los espacios urbanos, que reduzcan la huella ecológica y logren que el territorio urbano genere beneficios ecosistémicos para todo el territorio.
“Me gusta mucho el concepto de la Súper Manzana del biólogo Salvador Rueda, cuya agencia utiliza fondos públicos para hacer políticas locales en Barcelona, que consisten en reducir el espacio vehicular, destinando esos suelos a los peatones y personas que andan en bicicletas, es decir, un reordenamiento del espacio público que parte de la infraestructura vial”, explicó Tapia.
El experto también manifestó que “el centro de La Serena, perfectamente podría funcionar con un modelo donde la circulación vehícular sea perimetral y sus calles sean solo peatonales y para bicicletas”.
En suma a esto, el urbanista reconoció que la conurbación tiene un potencial muy grande, añadiendo que con buenas políticas públicas, -como lo que se está haciendo con la mejora de la Ruta 5-, podría transformarse en un ejemplo de sostenibilidad, pero insistió en que “se siguen generando más calles, para más vehículos, cuando lo que hay que hacer es mejorar el transporte público, con una red integrada”.
Debido a la geografía de La Serena y Coquimbo, para Tapia otra solución sería implementar sistemas con bicicletas públicas, que se puedan dejar en ciertos puntos georeferenciados y así “la gente podría bajar en bici y subir en otro transporte, lo que sería un gran aporte desde el punto de vista de la contaminación y congestión vehicular”.
Además de esto, según el arquitecto, también se debe plantear un plan de dinamización de espacios públicos del centro, mediante “una unidad municipal que trabaje con los inversionistas y el estamento público, generando iniciativas de beneficio común, tales cómo actividades para niños y abuelos en espacios públicos, centros culturales y boulevares con boutiques y tiendas”.
Para Tapia, también se deben implementar proyectos inmobiliarios en el centro de las ciudades, llevando nuevos residentes, pero dialogando con los habitantes antiguos, evitando caer en la gentrificación y protegiendo la identidad y memoria del centro.
Gestión municipal
Con respecto a los atochamientos viales en la ciudad de Coquimbo, el alcalde Ali Manouchehri, indicó que junto a la Dirección de Tránsito Municipal, la Seremi de Transportes y Telecomunicaciones y Carabineros, -entre otros actores-, están trabajando para paliar esta situación, pero consideró que “se deben tomar otras medidas como la actualización del plan regulador, que dentro de sus objetivos contempla la mejora en movilidad urbana y aumento de la malla vial existente”.
Además de esto, el alcalde recalcó que actualmente Coquimbo cuenta aproximadamente con 17 km de ciclovías, las que son principalmente recreacionales y por lo tanto, ofrecen una baja conectividad a los sectores de trabajo y servicios.
Debido a esto, el alcalde anunció que postularon a fondos de la Fundación Bloomberg Philantrophies, para la ejecución de nuevas ciclovías en Coquimbo.
“El proyecto considera la implementación de una ciclovía de alto estándar, de más de 11 km, que permitirá conectar sectores residenciales en desarrollo, con el centro de la ciudad”, detalló Manouchehri.
Paralelamente a estas acciones, el municipio está impulsando nuevos proyectos sectoriales de infraestructura vial, junto al Ministerio de Vivienda y Urbanismo (MINVU) y el Ministerio de Obras Públicas (MOP).
Manouchehri también puntualizó que apalancaron recursos para la ejecución de proyectos como la semi peatonalización del centro cívico y la ejecución de ciclovías en La Cantera y la Avenida Costanera, -entre otros-, además la municipalidad fue contraparte técnica, en el diseño del sistema de bicicletas públicas y con financiamiento del MINVU, están participando en el desarrollo del “Diagnóstico Plan Maestro de Ciclovías”, para la conurbación, que está actualmente en proceso.
Por su parte, desde la Municipalidad de La Serena informaron que han generado iniciativas que les permitan aumentar las ciclovías, como una alternativa para la comunidad, queriendo incentivar a que las personas opten por dejar sus vehículos en sus casas.
Desde el municipio, dieron a conocer que también forman parte del “Diagnóstico Plan Maestro de Ciclovías” del MINVU, el que describieron como “un proyecto de largo aliento”, con el que buscan gestionar recursos públicos, privados, nacionales o internacionales.