Académicos y arquitectos U. de Chile llevarán experiencia de la población José María Caro a Bienal de Arquitectura de Venecia 2021
Por El Mostrador Cultura
Fuente: El Mostrador 28/04/2021
Proyecto “Testimonial Spaces” será parte de la propuesta chilena en la 17ª Bienal de Arquitectura de Venecia que será inaugurada el próximo 22 de mayo. Los curadores del Pabellón de nuestro país, arquitectos de la Casa de Bello, junto a un destacado equipo multidisciplinario, darán a conocer la muestra que, desde la historia, busca aportar a la interrogante del mayor encuentro de en esta disciplina: ¿Cómo viviremos juntos?
La 17ª Exposición Internacional de Arquitectura, programada originalmente para realizarse en Venecia en agosto de 2020, será inaugurada el próximo 22 de mayo para continuar abierta al público hasta el 21 de noviembre de este año.
Si bien la pandemia detuvo durante un año esta Bienal, el curador general Hashim Sarkis enfatizó en la vigencia y pertinencia del encuentro.
“Un año más que nos ha ayudado a reflexionar sobre los temas de esta edición y avanzar aún más nuestro pensamiento. A lo largo de este año la Bienal ha invitado a todos a repensar el futuro de la arquitectura a través de un nuevo punto de vista impuesto por la pandemia. Partiendo del título del proyecto, las preguntas a plantear son las siguientes: ¿Cómo viviremos juntos? ¿Sigue siendo posible la arquitectura después de la pandemia?”, comentó.
Bajo ese desafío y a menos de un mes, se están instalando en Venecia las exposiciones internacionales que incluyen obras de 112 participantes de 46 países. Esta edición tendrá además una mayor representación de África, América Latina y Asia, además de igual representación de hombres y mujeres.
La exposición se organiza en cinco “escalas” (o áreas temáticas), tres instaladas en el Arsenale y dos en el Pabellón Central: Entre Seres Diversos, Como Nuevos Hogares, Como Comunidades Emergentes, Transfronterizas y Como Un Planeta.
Pabellón chileno
El pabellón chileno, ubicado en el Arsenale, expondrá el proyecto denominado ”Testimonial Spaces”, apoyado y promovido por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio de Chile. El comisario del Pabellón Nacional es el arquitecto Cristóbal Molina y sus curadores son los arquitectos de la Universidad de Chile Emilio Marín, quien además es profesor de la Pontificia Universidad Católica, y Rodrigo Sepúlveda, académico de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo (FAU) de la Universidad de Chile.
El equipo curatorial está compuesto también por el artista y académico de la Facultad de Artes de la U. de Chile, Pablo Ferrer; Juan Radic como historiador; María Gracia Fernández en el diseño gráfico; Pablo Brugnoli en museografía, y Victoria Campino en la iluminación. Cabe destacar que, además, en la implementación general del proyecto participaron más de 100 personas.
El decano de la FAU, Manuel Amaya, señaló que “es un orgullo que académicos y arquitectos de nuestra Facultad y de la Universidad de Chile sean los curadores del Pabellón que representa a nuestro país en la ’17 Muestra Internacional de Arquitectura la Biennale di Venezia 2021′”.
“En un contexto complejo para nuestro país y para el mundo, estos arquitectos, junto a un destacado equipo multidisciplinario, buscan dar respuesta a la interrogante de la bienal How will we live together?, desde la experiencia atesorada en nuestra historia y nuestra ciudad. Desde nuevos formatos y lenguajes y con un gran trabajo en equipo, miraron el territorio y una comunidad emblemática. Los felicito por este gran proyecto que nos representará a todos en la Próxima Bienal de Arquitectura en Venecia”, dijo.
“Testimonial Spaces”
Como una propuesta que responde de forma creativa y original a la pregunta “¿Cómo viviremos juntos?”, fue calificado por el jurado el proyecto ganador de los arquitectos Emilio Marín y Rodrigo Sepúlveda, anunciado por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.
Emilio Marín circunscribe la propuesta a una mirada local, pero que también da cuenta de una situación mundial, marcada por conflictos sociales y la exigencia de cambios de vastos sectores de la ciudadanía.
“Hay que ponerse de acuerdo, pero esta es una etapa que todavía no pasa; pero lo que sí sabe es que la gente ya no quiere estar sometida a viejas estructuras. En este sentido, el ejemplo de la población José María Caro es importante porque hay muchas acciones que son comunitarias, que son cosas que se han perdido, pero que ahí siguen vigentes como valor, como lo son las ollas comunes, la manera en cómo se construyen las casas como modelos de cooperación comunitaria, acciones que se pueden aplicar y que vuelven a estar vigentes en tiempos de crisis”, dice.
Por su parte, Rodrigo Sepúlveda coincide en que el llamado de la Bienal es una invitación a ponernos de acuerdo.
“La pregunta está formulada en futuro y contextualizando en el Chile de hoy con una ciudad disgregada, dispersa, desigual. En ese sentido, reflexionamos cómo hemos vivido juntos y nos dimos cuenta que 60 años atrás había territorios que sí podían vivir juntos. La José María Caro tuvo un proceso de planificación muy importante, que atesora una inteligencia comunitaria que ante las crisis se sobrepone y eso se ve en los testimonios”, señala.
Transcribir experiencias
En la entrevista a Pablo Ferrer, en el portal de la Facultad de Arte de la Universidad de Chile, la idea fue transcribir esas experiencias y traducirlas a imágenes pintadas por estudiantes y ex estudiantes de Arte. Para darle cierta coherencia al conjunto, se han fijado reglas y materiales comunes a todos para su realización.
De este modo, la obra conjunta que no tiene un autor identificable, será el resultado del trabajo de muchas personas, lo que, según sus impulsores, “será algo así como un gran inventario de cuerpos y sus modos de ocupar el espacio”, dijo Ferrer.
“Nos interesa mucho este aspecto universal y creemos que la José María Caro es un modelo ejemplar de comunidad, con una tremenda historia que permite obtener un gran rango de realidades”. Asimismo, nos interesa también el tema de las voces disonantes y cómo un conjunto de reglas puede permitir su convivencia”, acotó el artista visual.
“La propuesta plantea una revisión de la experiencia de vivir juntos de la Población José María Caro revisando su pasado, presente y futuro. Basados en un set de reglas formales, se busca indagar sobre la relación entre la narrativa -los relatos, la representación -la pintura- y la arquitectura. Se ha realizado un trabajo colectivo junto a historiadores, artistas y la comunidad. Se estuvo pintando en pandemia y recogimos la experiencia de un año de encierro, donde nuevamente aparecen acciones comunitarias, que están en los testimonios y en las pinturas”, detalló Rodrigo Sepúlveda.
“La Caro” como la denominan las y los pobladores, fue fruto de una planificación urbana que buscó responder a una serie de tomas de terreno que se dieron en el sector en la década de los ‘50. Esta planificación se basó en la integración de diferentes sectores sociales en un mismo territorio, incluyendo pobladores de las tomas, trabajadores independientes y de clase media, miembros de las fuerzas armadas y empleados públicos.
Desde la perspectiva de los curadores, considerando esta experiencia social y urbana, la organización comunitaria es clave “ante tiempos de crisis lo prevalente para vivir juntos es ponerse de acuerdo”, es tener ciertos convenios generales macro que permanecen. Hay un aprendizaje detrás del sentimiento de identidad de la José María Caro, porque ahí hay una tradición de organizarse y ponerse de acuerdo”, señaló Rodrigo Sepúlveda, destacando que hay un ejercicio similar en el trabajo realizado en la exposición.
“Hubo que coordinarse en todas las disciplinas, entre el historiador y el artista, que a su vez puso al servicio de 21 pintores para que tomaran los relatos y los interpretaran, no son trabajos de autoría sino un trabajo colectivo” subrayó.
Asimismo, Emilio Marín explicó que la propuesta también “presenta el estado del arte de la disciplina, intenta aproximar esta realidad compleja de la ciudad, no pretende dar muchas certezas sino dar una mirada. El Pabellón tiene además una dimensión visual que construye otro paisaje, los relatos al estar en un mismo espacio, a pesar de que muchos son asincrónicos y relatan épocas distintas, se constituyen en un mismo lugar y da lugar a otro paisaje”.
“Testimonial Spaces” es una exposición que se centra en la búsqueda de recuerdos, anhelos y tácticas espaciales de una vida integrada; en una ciudad que es el resultado final de un inventario lleno de estereotipos; en una ciudad biográfica donde arquitecturas, rutinas imaginarias y espacios y circunstancias comunes reconstruyen un ciudad habitada e imperfecta, anhelada e idealizada: una casa, un parque, la feria, la cancha, el barrio, el hecho de vivir uno al lado del otro.