Chile. El negocio inmobiliario de las Fuerzas Armadas en medio de la crisis habitacional

Por Cristóbal Tomé Serra

Fuente: Resumen Latinoamericano 17/07/2022

Si en Google buscamos “Fuerzas Armadas de Chile terrenos”, rápidamente nos daremos cuenta que desde el 2020 se viene reporteando la acumulación de tierras y el negocio inmobiliario que ha desarrollado las Fuerzas Armadas de Chile.

Sin embargo, ni el Estado ni la clase política se han pronunciado ante este hecho, cubriendo una vez más con un manto de impunidad las acciones de esta institución.

Actualmente, las Fuerzas Armadas han acumulado terrenos que en su totalidad exceden las 1.600.000 hectáreas, poco más que la superficie total de la Región Metropolitana. De estos terrenos, casi la mitad son susceptibles a la venta. Los precios han llegado hasta por lo menos 350 millones de dólares.

Un ejemplo de ello es el terreno vendido al Banco Santander ubicado en Américo Vespucio con Presidente Riesco. Los principales compradores han sido las inmobiliarias asociadas a las familias que concentran la mayoría de las riquezas en Chile; entre aquellos apellidos se encuentra “Piñera”.

En desmedro de la población, el negocio no se limita al comercio conveniente con quienes ya mucho poseen, sino que también negocian con el fisco tierras que se requieren para cubrir necesidades urgentes del pueblo. Me refiero al paño inmobiliario que se disputó en La Reina al costado del Hospital Militar, que fue requerido para un centro deportivo, un Centro de Salud Familiar y viviendas, pero fueron negados a la Municipalidad de La Reina, para luego ponerlo a la venta por 25.000 millones de pesos (11 mil millones más de lo evaluado por el SII) dejando establecido que su negocio lucrativo está por sobre la demanda de vivienda y servicios de salud.

Al mismo tiempo, el gobierno no da respuesta atingente al gran déficit habitacional acumulado, se crea en el imaginario la escasez de suelo como una limitante para ello, se esgrime la situación de recesión económica y a la vez se hace la vista gorda de cómo las Fuerzas Armadas se encuentra negociando terrenos descaradamente.

Llego a lo conclusión que, a pesar de estar en una situación crítica de déficit habitacional históricamente ascendente, simplemente no hay voluntad en la clase política para frenar el negocio inmobiliario de las Fuerzas Armadas, ni para solucionar el déficit habitacional.

Después de estas breves palabras algo me queda claro: para la clase política pesa más el negocio de las Fuerzas Armadas y sus poderosos compradores que la necesidad de vivienda digna de millones de personas.

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