“Un documental necesario”: Mal Vecino, la obra que ilustra las consecuencias de la contaminación en San Javier
Por Joaquín Zúñiga
Fuente: The Clinic 22/12/2021
La cinta ya cuenta con seis premios nacionales e internacionales y con 46 exposiciones en festivales alrededor del mundo. Este año quedó preseleccionada para representar a Chile en los Premios Oscar 2021, y en noviembre tuvo su estreno presencial. The Clinic conversó con Ricardo Jara, director de la cinta, quien entregó detalles de la realización.
Ramón Romo mira por la ventana de su casa ubicada en La Puntilla, como buscando alguna respuesta convincente. Inhala profundo y reflexiona en voz alta: “yo me pregunto si en las ciudades de este país llamado Chile, tendrían como vecino a un criadero de cerdos como lo tengo yo. Creo que no, creo que nadie tendría a un vecino como Coexca en el patio de su casa”.
Así parte Mal Vecino, el documental chileno autogestionado que narra la lucha de una comunidad del Maule contra la instalación y expansión de un criadero de cerdos de la empresa Coexca S.A. La cinta, que estuvo participando en noviembre por un cupo para representar a Chile en la carrera a los Premios Oscar 2022, ya cuenta con cinco galardones nacionales e internacionales, y ha sido exhibida en países de Europa, Asia y América.
El largometraje está disponible para ser visto de forma online en www.miradoc.cl, y tiene agendada una nueva función presencial para el jueves 30 de diciembre en Insomnia – Teatro Condell, Valparaíso.
La historia comienza en 2015, cuando vecinos de diferentes sectores de la comuna de San Javier, la mayoría personas de la tercera edad, comenzaron a movilizarse en la zona, realizando manifestaciones y encuentros. La construcción de un criadero de cerdos los había alertado, no tenían idea del nuevo vecino que se estaba mudando. En ese contexto Ricardo Jara, director del documental quien conversó con The Clinic, comenzó a registrar las actividades que se iban organizando.
“Mal Vecino para mí es un documental necesario, porque muestra la realidad de un territorio que ha sido lamentablemente impuesto por una forma de hacer negocios que es muy clásica en Chile, a través de la mala práctica empresarial”, dice Ricardo.
La aprobación de la obra, como muestra el documental, se había realizado en 2008, sin dar aviso a los residentes cercanos. También destacan una serie de irregularidades, como posibles conflictos de interés, pues Carlos Montoya, Director Regional del Servicio Agrícola Ganadero de la Región del Maule en 2008, aprobó la instalación del plantel porcino, y años después se convirtió en el Director de Asuntos Corporativos de la misma empresa Coexca S.A.
-¿Cómo te acercaste a este tema?
-Yo trabajaba en Canal 30 en 2015, y un día un reportero amigo me dice “Ricardo, sabes qué, en el sector de La Puntilla va a haber una manifestación y van a cortar carretera porque se fue a colocar una chanchera“. Para mí fue extraño que sigan aprobando chancheras con lo que ocurrió en Freirina. “Vamos”, dije, vamos a ver qué sucede y hablamos con los vecinos. Llegué al sector, conversé con los vecinos y me contaron todo, y ahí me dijeron “nosotros nunca supimos, nadie nos contó”.
Ricardo cataloga el documental como “autogestionado”, pues luego de buscar algunos fondos en distintos lugares y no quedar conforme con las ofertas, decidió financiar el proyecto con su propio dinero y el de Marcela, su esposa. Cuatro años y medio fue el tiempo que estuvieron en grabación, resumidos en un total de 95 minutos de largometraje.
-¿Planeabas este nivel de difusión?
-Yo dije “lo voy a subir a YouTube o a Vimeo y lo voy a dejar libre”, pero ese mismo día le escribí a un profesor de la U y él me dijo: No Ricardo, ve la posibilidad de distribuirlo. Me dijo que me daría un contacto, Cintámani Films. Hablo con ellos y me dicen “Ricardo, el documental está muy bueno, déjalo con nosotros, vamos a hacer un contrato de exhibición y nosotros te vamos a repartir el documental por todos los festivales que hayan”. Y así fue, para mi sorpresa el documental empezó a viajar solito por el mundo.
-Eso aporta mucha visibilización al caso…
-Con los vecinos siempre queríamos lograr la visibilización de la problemática en San Javier. El documental lo tratamos de hacer súper universal, acá no hay temas semánticos ni de segundas lecturas. Es lo que es. En España y Argentina lo tomaron como muy propio, porque allá pasa algo muy parecido. Es como un mensaje universal que se hizo documental, con un problema totalmente local.
David contra Goliath
A pesar de la insistencia de los vecinos por las consecuencias ambientales y sanitarias que la instalación del criadero podía traer a sus vidas, la construcción se terminó y comenzó a funcionar, e incluso buscaron expandir su población de cerdos, una situación que, cuenta Ricardo, se asemeja a otras ocurridas en Chile.
“Si tú tomas a los vecinos en San Javier y le colocas al pueblo Mapuche, y tú sacas las chancheras y colocas las forestales, es exactamente lo mismo. Es un documental que muestra una problemática que no es local, se podría decir universal, y eso es lo que tú puedes encontrar en el documental, la clásica lucha entre David y Goliath”, dice Ricardo.
Las repercusiones en la comunidad comenzaron a notarse, pues el mal olor y las moscas pasaron a ser un panorama común en la vida de los habitantes.
“Uno de los problemas del documental es que no podemos mostrar el olor, porque es algo totalmente subjetivo. El hecho de convivir con ese olor, dormir con él, comer con él, y tener moscas que te rodeaban el techo, que te comías un pan con huevo y tenías una mosca en el huevo, y después más en el pan, era terrible. Ver eso, el día a día, y ver las caras de esa gente, que la mayoría eran tercera edad, hacía que te entrara una rabia potente”, agrega Ricardo.
“Si tú tomas a los vecinos en San Javier y le colocas al pueblo Mapuche, y tú sacas las chancheras y colocas las forestales, es exactamente lo mismo”.
También, recuerda un momento específico que vivió mientras grababa el documental.
Un día fue con Marcela, su esposa, a la casa de don Ramón, uno de los protagonistas de la cinta. Él los había invitado a almorzar una cazuela en su hogar. Cuando la pareja llegó se percataron de algo que les llamó la atención: no había ni una sola mosca, un escenario nada común en las casas del sector. “Pero me dijo ‘mira, allá’. ¿Dónde? ‘Al lado de la basura’. Voy, y eran bolsas. Bolsas de moscas muertas que él había matado para que sus invitados estuvieran bien ese día y no se sintieran acechados. Comimos, y a la media hora la casa se volvió a llenar de moscas”, cuenta Ricardo.
“Eso no es dignidad para una persona, para nada. Eso no puede llamarse vivir bien, no puede llamarse calidad de vida. Eso es vulnerar, es pasar a llevar niveles físicos y psíquicos de una persona, y si el Estado no se da cuenta de eso, es porque lamentablemente como concepto de Estado y de gobernabilidad, está mal enfocado. Espero que esta nueva constitución y el nuevo presidente ojalá se pongan los pantalones, sino lamentablemente el estallido social va a volver a aparecer”, agrega el director.
Frente a esa situación, Ricardo comenzó a pasar más tiempo con los vecinos, y a introducirse dentro de la comunidad como uno más del movimiento. Junto a su familia pasaban fines de semana enteros en la casa de las personas que conformaban la organización, y, luego de tres años, Ricardo comenzó a entregar su opinión en las reuniones vecinales.
“Eso no es dignidad para una persona, para nada. Eso no puede llamarse vivir bien, no puede llamarse calidad de vida. Eso es vulnerar, es pasar a llevar niveles físicos y psíquicos de una persona“.
Cuenta que intentó empoderarlos, decirles que debían ir mucho más allá con su lucha, pero sin dejar de lado la objetividad que buscaba otorgarle al documental, y asegura que lo logró. El 20 de febrero de 2020, la Corte Suprema, en un fallo unánime, acogió el recurso de protección presentado por la comunidad contra Coexca S.A., por considerar que ha vulnerado el derecho humano a vivir en un medioambiente libre de contaminación.
“De alguna forma la verdad en Chile que vale hoy es la verdad jurídica. Por ende, si la verdad jurídica te dice que esta empresa está contaminando, bueno, todo lo que muestra el documental es verdad. Y fue una de las cosas que me ayudó a que esta empresa no me demandara por injurias y calumnias, porque al final lo que muestro es lo que dice la Corte Suprema. La Corte vio parte del documental también para darse cuenta de muchas cosas, todos estos archivos que grabé se los agregué a los vecinos y lo sumaron al recurso de protección”, comenta Ricardo.
El rol del audiovisual consciente
-Tu estado de WhatsApp dice “audiovisual consciente”. ¿Cuál crees qué es el rol que tienen o deben tener los directores audiovisuales con la comunidad?
-Hay una canción de un curicano que se llama Konunantu, que dice que Chile está lleno de gente inteligente, por todos lados, pero lamentablemente no mueven ni la raja para hacer algo por otros. Es de alguna forma falta de conciencia, de empatía, falta de decir “mira, esta gente está pasándolo mal, y cómo yo desde mi rol primeramente como chileno, y después de mi rol como persona, que está impuesta en este mundo, puedo ayudar”. Hoy los medios de comunicación deben ser mucho más críticos del entorno en el que están viviendo, no solo mirarlo desde afuera, sino que deben ingresar a los territorios, comprenderlos, empatizar, para dar a conocer una verdad.
-¿Están pensando por el momento en más documentales?
Sí, vamos a hacer una trilogía sobre movimientos sociales en Chile, pero encerrado en el Maule. Estamos haciendo un documental sobre la tierra de Cauquenes y la lucha del agua. Acá los ríos se intervienen en Cauquenes, se corta el normal acceso del agua a la gente que vive en el sector. ¿Por qué? Porque hay grandes viñas. Tenemos la Concha y Toro, la San Pedro, ¿y qué hacen ellos? Desvían los ríos justificando que ellos tienen los derechos de agua de esos ríos. Lamentablemente toda esa gente que vive alrededor queda sin agua. Se le mueren los animales, y ellos le echan la culpa a la sequía.
“Hoy los medios de comunicación deben ser mucho más críticos del entorno en el que están viviendo, no solo mirarlo desde afuera, sino que deben ingresar a los territorios, comprenderlos, empatizar, para dar a conocer una verdad”.
-¿Cómo piensan abordarlo?
Es una problemática muy parecida a lo que sucede con las paltas en el norte de Chile. Nosotros acá la vamos a tomar desde cómo mucha gente hoy está recuperando los ríos, está poco más que llevando hacha, picota, y echando abajo esos diques para que el río vuelva a correr como debería correr, y la gente que viva alrededor vuelva a tener a sus animales tomando esa agua tan necesaria para que puedan sobrevivir. Nuevamente este documental va a mostrar esa mala práctica empresarial: todo para mí, nada para ellos.
-¿Y el tercer documental?
El primero lo tengo más o menos realizado, y para el tercero, quiero irme a la costa, para el tema de las termoeléctricas. Ahí ya quiero alejarme del Maule y visitar otras localidades para hablar sobre eso, pero de por sí quiero tocar tres temas que sean directamente potentes y se haga una especie de trilogía de lo malo que hay en Chile.
El Maule viaja por el mundo
Hasta el momento, la cinta se ha expuesto en 46 festivales a lo largo del mundo, y ya suma seis premios: uno en Argentina, dos en Chile, uno en Inglaterra, otro en Colombia y otro en Barcelona, a mejor investigación periodística.
“Se ha llegado a tantos lugares porque el documental genera algo que llama la atención de los jurados, de las personas, y algo está cambiando, porque de alguna forma es ejemplo para las comunidades. Así que en ese sentido estamos muy contentos, y en el futuro lo que queremos hacer es tenerlo en televisión abierta, tenemos conversaciones con La Red para poder darlo allí, y después de eso que quede libre en Onda Media, para que toda la gente lo pueda ver cuántas veces quiera”, comenta el director.
“Yo creo que el cine chileno abraza mucho lo social, porque de alguna forma entiende la gran realidad de la historia de Chile, como dice Pato Guzmán, ‘nosotros nos abrazamos desde el pasado’. Si no entendemos el pasado, cómo vamos a caminar hacia el futuro. Por eso el cine social es tan importante, porque de alguna forma comprendemos primero la realidad, después la difundimos y después de eso buscamos transformar esa realidad. Por ende, si vemos los errores del pasado yo creo que se puede caminar de buena forma el futuro”, concluye Ricardo.