«Estábamos ilusionados»: árboles protegidos detuvieron construcción de casas dirigidas a familias vulnerables
Por Meganoticias
Fuente: Meganoticias 24/03/2022
Son 372 familias vulnerables de Viña del Mar las que podrían haber cumplido el sueño de la casa propia. Una solución habitacional que venía de la mano con un condominio de cuatro torres y que se convertirían en sus hogares. Sin embargo, una insólita razón tiene las obras detenidas: dos árboles que son especies protegidas.
El campamento de Manuel Bustos de Viña del Mar, es uno de los más grandes de Chile y es considerado el «patio trasero» de dicha ciudad. Desde los ochenta que se instaló a través de tomas y es gente de aquella localidad la que ha luchado incansablemente por una vivienda digna.
Uno de ellos es Jorge Oñate, quien según sus palabras «luchó» por tener lo que hoy tiene. «Yo he construido todo aquí. Me siento bien dentro de todo», dice. Fue él uno de los beneficiados con estos departamentos que fueron anunciados el pasado 20 de agosto del 2020 por el Serviu de Valparaíso, creando el Conjunto Habitacional Alto Horizonte en el sector El Olivar de Viña del Mar.
Morir esperando
Manuel Guerrero también fue uno de los beneficiados. Él llegó hace 40 años junto a su esposa, pero las laderas y constantes subidas, a su edad, ya son un problema para sus articulaciones.
«Yo no tenía dramas, subía cargado, pero el problema son mis piernas. Me duelen las rodillas y si estoy mucho rato, me duele la espalda. Entonces, uno está esperanzado con estos departamentos», confiesa Manuel. Sin embargo, su pena es que su esposa murió hace más de un año, esperando esta vivienda.
Pese a ello, asegura estar contento, pero también lamenta que su mujer no esté para ver lo logrado: «Cuando me dijeron que sí, que ya estaba, yo lloré. Vivir aquí me trae malos recuerdos».
Otra de las beneficiadas fue Karina Campos, junto a su esposo y sus dos hijos, quienes llegaron hace algunos años. Ella también ha sufrido con las empinadas escaleras, las que han significado pérdidas de embarazo.
«Yo he tenido varias pérdidas de embarazo, pero mi tercera pérdida fue en una madrugada y llamamos a ambulancia. Mucha veces no contestaron porque saben donde uno vive. Queda el miedo de quedar embarazada, de que tienes que estar en reposo, ir a los controles, bajar el cerro y es difícil porque hay que bajar mucha escalera», relata Karina, agregando que «estamos ilusionados» por estos departamentos.
Dos árboles protegidos
La empresa constructora detuvo las construcciones por dos razones en específico: se tratan de dos bellotos del norte que son especies protegidas. Pese a que contaban con los permisos, grupos de vecinos y ecologistas, se opusieron, incluso, quemando maquinarias y manifestándose en las instalaciones.
Las obras quedaron a medias, con apenas un 30% de avance, cuando, a la actualidad, ya debería estar en un 70%, con la idea de ser entregadas para febrero del 2023. Conaf, por su parte, recibió una solicitud de un informe técnico del Serviu para continuar la construcción, pero esta fue rechazada por no tener la postura de un experto de los árboles.
«El Serviu hace la solicitud nuevamente a través de Conaf para presentar los antecedentes para acogerse a la ley que establece una prohibición de intervenir estas especies, pero también habla de una excepción que cumpla con un interés nacional, de carácter imprescindible y debe acompañar un informe que asegure la continuación de la especie», detalló Ricardo Díaz, jefe departamento evaluación ambiental de Conaf.
Seguir esperando
Para Karina Campos, es una decepción que esto haya sido truncado por este motivo: «Es fome pasar por esto porque, ¿cuántos bosques se han quemado por hacer viviendas? Y ahora dos árboles están quitándole el sueño a varias familias».
Pese a que el Serviu ya está trabajando en esto, el proceso puede demorar. «Los plazos son bastante inciertos y esperamos que también las familias puedan entender, tener la tranquilidad y la paciencia de que se va a terminar este proyecto», aseguró Félix Díaz, jefe del departamento técnico Serviu de Valparaíso.
Pero, Jorge Oñate ya está cansado de esperar. «¿Qué es lo que he recibido de mi patria? Nada. No es justo. Soy un hombre de 80 años y, ¿hasta cuándo voy a esperar? Esperar a la muerte», lamenta.
Finalmente, desde el Serviu aseguran que en los próximos meses debería estar listo un segundo informe que permita la continuación de las obras para estas 372 familias. De ser así, el sueño de la casa propia estaría cumpliéndose a mediados del 2023.