Déficit Cero y el balance del Plan de Emergencia Habitacional del Gobierno
Por Manuel Izquierdo P.
Fuente: Pauta 24/01/2023
El director ejecutivo de la corporación, Sebastián Bowen, sostuvo que «el plan está completamente en la línea acertada que tienen que tener las políticas habitacionales», pero alertó que la demanda por viviendas supera el millón 100 mil familias, y podría aumentar hasta 2030.
Este martes 24 de enero, el director ejecutivo de la Corporación Déficit Cero, Sebastián Bowen, realizó un balance del Plan de Emergencia Habitacional 2022-2025, presentado por el Presidente Gabriel Boric en julio pasado.
En entrevista con Plaza Pauta, de Radio PAUTA, Bowen sostuvo que «el plan está completamente en la línea acertada que tienen que tener las políticas habitacionales. Sobre todo, cuando se piensa en el corto plazo que debemos tener».
«Evidentemente, la problemática habitacional que tenemos tiene que responder a estrategias de corto plazo, de mediano plazo y de largo plazo. Dentro de las de corto plazo, el Plan de Emergencia Habitacional es una estrategia súper integral, que acelera procesos y pone urgencias institucionales», añadió.
El líder de Déficit Cero valoró que la medida del Ejecutivo permite «diversificar los instrumentos de soluciones habitacionales […]. Hay una batería de distintos instrumentos que están siendo impulsados al mismo tiempo en torno a estas 260 mil viviendas que se pretenden construir».
Entre ellos, destacó los mecanismos de arriendo protegido -donde la meta son 20 mil unidades-, la microdensificación -que suma otras cuatro mil unidades-, además de «16 mil unidades habitacionales, que tienen que surgir de alianzas entre las empresas y los subsidios habitacionales, para poder dar respuesta a sus trabajadores y a sus entornos». También, relevó el plan de edificación directa, para comunas donde el déficit habitacional es mayor.
«A raíz del plan, se han ido complementando con propuestas de ley. Últimamente se lanzó una ley que busca acelerar ciertos cuerpos normativos, de forma de apoyar el plan con procesos más ágiles. Al mismo tiempo, salió la ley que crea el fondo de garantías especiales, dentro de las cuales involucra el 10% del pie de un futuro crédito hipotecario, y brinda un aval del Estado para aquellas familias que están buscando vivienda hasta 4.500 UF», señaló.
En esa línea, Sebastián Bowen resaltó que estas normas «asumen que la demanda por vivienda de interés público no son únicamente las familias que reciben el subsidio de clase media, o el del fondo de elección de vivienda sin deuda. Sino que también son familias que están en búsqueda y necesitan algún apoyo desde el punto de vista económico».
Demanda por viviendas supera el millón 100 mil hogares en Chile
Según Déficit Cero, el déficit habitacional, que llega a los 641 mil hogares, no representa la totalidad de la demanda por vivienda de interés público. A esa cifra se suman 512 mil familias que se encuentran en «fragilidad habitacional» y tienen dificultades acceder a un arriendo porque significa más de un 30% de sus ingresos.
Estos grupos podrían engrosar el déficit habitacional ante el aumento del precio del arriendo, la inflación o un golpe económico familiar.
Así, según la institución, la demanda por vivienda de interés público alcanza los 1.128.000 hogares. Al proyectar el indicador hacia el futuro, advirtieron que al 2030 serán 1.500.000 los hogares que requerirán la ayuda del Estado para «acceder a una vivienda digna y adecuada».
Al respecto, concluyeron que la demanda es mayor al déficit, requiere soluciones diversas y su magnitud implica un impacto urbano.
El director ejecutivo de Déficit Cero reconoció que hay que asumir, a la luz de las cifras, que «el Plan de Emergencia Habitacional no va a solucionar toda la problemática. Va a solucionar, probablemente, lo más urgente. Lo más importante del plan, a nuestro juicio, son las piedras angulares que genera, en el sentido de crear nuevos programas y nuevas respuestas, que el día de mañana sí pueden solucionar toda esta problemática».
«Es necesario complementar una respuesta en el corto plazo, como el plan de emergencia, con respuestas en el mediano y largo plazo, y que se sustenten sobre los pasos que podamos dar de aquí a los próximos dos o tres años», dijo.
El alza en la demanda se explicaría, plantearon, por tres factores principales: el aumento demográfico y la atomización de los hogares, el flujo migratorio hacia Chile desde otros países del continente, y el aumento de compra de viviendas para inversión.
La crisis de la oferta
El diagnóstico de Déficit Cero es claro: en las condiciones actuales, debido al stock de la demanda y el flujo proyectado hacia el futuro, la oferta no alcanza a absorber la totalidad del problema. Por eso propusieron tres elementos que podrían «mover» la producción de soluciones habitacionales.
El primero es la generación de nuevos mecanismos de financiamiento público-privado para la vivienda social, subsidiada o de interés público. A juicio de Sebastián Bowen, construir más de un millón y medio de viviendas puede tomar entre el 1,5% y el 2% del PIB anual por los próximos 10 años. «Esos niveles de inversión ni el Estado ni los privados los pueden hacer solos, ni menos las familias. Hay que buscar mecanismos que potencien la inversión público privada», sostuvo.
El segundo es un aumento de la productividad, una disminución de los tiempos y costos de la producción, sobre todo asociado a procesos de tramitación e industrialización. En ese sentido, Bowen destacó que «en materia de construcción, el avance que ha impulsado el Estado a través de la vivienda industrializada, creemos que va en la línea correcta».
«Junto a la Cámara Chilena de la Construcción y el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, estamos levantando un reto por la vivienda industrializada, que es congregar a consorcios. En el proceso participan proveedores, industrializadores y constructoras. Cuando juntas las tres partes, puedes tener la oferta de vivienda industrializada que se acople con esa demanda», añadió.
Finalmente, plantearon que es necesario disponibilizar y habilitar suelo bien ubicado o con perspectivas de buena ubicación para las viviendas de interés público, es decir, bien conectado con servicios y oportunidades. «Tenemos que generar una sobreoferta de suelo disponible y conectado a las ciudades, y para eso, hay una batería de propuestas impulsadas desde el Consejo Nacional de Desarrollo Urbano, que son sumamente interesantes», dijo el director ejecutivo de la institución.
Desde la organización explican que el 100% de la oferta de vivienda de interés público se ejecuta mediante el sector privado, y que la industria se encuentra en una crisis que puede afectar la oferta.
Esta crisis se relaciona con «la escasez de suelo, los procesos burocráticos, el alza del costo de la construcción, la certeza jurídica y el contexto de desaceleración».
Senador David Sandoval (UDI): «Queremos reducir al mínimo la excesiva burocracia»
En conversación con PAUTA, el senador UDI y presidente de la comisión de Vivienda y Urbanismo del Senado, David Sandoval, señaló que «el déficit habitacional que tiene nuestro país obliga a tener la máxima celeridad para hacer frente a este verdadero flagelo».
«Desde hace un tiempo, la comisión ha venido monitoreando el proceso de impulsar aplicación de la ley de integración social urbana, en cuyo marco se creó este plan habitacional y, por cierto, cómo se ha estado llevando adelante, por parte del ministerio, este proceso», agregó.
Según Sandoval, para 2023 se destinaron recursos para «hacer frente a la disponibilidad de terrenos», pero también es necesario agilizar la tramitación de los proyectos. «Lo que queremos es que todos los actores de este proceso […] se pongan en una sintonía tal de reducir al mínimo la excesiva burocracia que tiene un proyecto, desde que surge una idea hasta que se termina un plan de vivienda», afirmó.
El balance del Ministerio de Vivienda
El 12 de enero, en el contexto del Encuentro Vivienda y Ciudad, el ministro de Vivienda y Urbanismo, Carlos Montes, planteó que durante 2022 se lograron construir y entregar 30 mil viviendas, y están en ejecución otras 130 mil.
«No estamos contentos con estas cifras. Esperábamos que fueran más, pero hay harto viento en contra, que ha ido retrasando proyectos», sostuvo en esa oportunidad.