72% de los delitos se comete en el mismo barrio en que viven las víctimas
Por Mario Galvez
Durante tres años, el CESC de la Universidad de Chile aplicó una encuesta que arrojó sorprendentes resultados respecto de la victimización.
Eso significa que las personas fueron atacadas o en su vivienda, en las afueras de su casa, en el trayecto entre su domicilio o un paradero de locomoción colectiva o viceversa, entre otras, por delitos violentos o delitos contra la propiedad (vivienda y vehículos u objetos en su interior).
Esta es una de las conclusiones de la encuesta «Delincuencia y violencia en microbarrios del Gran Santiago», realizada por el Centro de Estudios en Seguridad Ciudadana de la Universidad de Chile (Cesc).
El trabajo, que se desarrolló durante tres años con preguntas de un cuestionario hechas persona a persona, tuvo por objetivo identificar las condiciones del entorno residencial que están asociadas a altos niveles de compromiso delictual.
Según explica una de las autoras del trabajo, Ximena Tocornal, actualmente psicóloga de la Universidad Diego Portales, quien lo desarrolló junto a los investigadores Ricardo Tapia y Yuri Carvajal, esta es una de las conclusiones más sorprendentes en lo que se refiere a victimización delictual y número de delitos por entorno residencial.
Los $ 195 millones que se invirtieron en la encuesta fueron financiados por Conicyt en el marco de una investigación denominada «Crimen y violencia urbana».
Para las unidades de análisis se utilizaron microbarrios, los que arrojaron, cada uno, unos 25 hogares como mínimo. Aunque en algunos microbarrios se detectaron hasta 500 hogares. Y cada unidad vecinal, o distrito censal (seis manzanas en promedio), tenía dos microbarrios.
No obstante, Tocornal aclaró que la muestra no tiene representatividad comunal. Aunque las comunas que más aportaron fueron Cerro Navia y el Bosque, con 16 microbarrios cada una.
Las preguntas fueron hechas sobre la base de seis variables, tales como victimización, percepción de seguridad, concentración de desventajas económicas y habitacionales, variables residenciales, presencia de instituciones del Estado, y características de las relaciones sociales entre vecinos.
En la primera de ella, por ejemplo, el 15% de los hogares consultados declaró haber sido victimizado y de éstos, el 72% respondió que fueron afectados en su entorno residencial.
Respecto de la percepción de seguridad, en un rango de 1 (muy improbable) a 5 (muy probable), los vecinos consultados colocaron las variables más altas en inseguridad (3,10), percepción de riesgo de robo de vivienda en el barrio (3,14); percepción de riesgo de robo vehículos en el barrio (3,07); y percepción de riesgo de asalto en el barrio.
Otro aspecto que llama la atención es que respecto de las variables de presencia y satisfacción con los servicios estatales, está inversamente relacionada con un mayor número de delitos reportados y un mayor número de delito contra la propiedad ocurridos en el barrio. O sea a mayor número de denuncias, menor es la satisfacción de los encuestados con la oferta estatal.
El mismo fenómeno está relacionado a la valoración de Carabineros y la atención de éstos. No se hace diferencia, en todo caso, si se trata de delitos violentos o contra la propiedad.
EVALUACIÓN
La valoración de los usuarios a los servicios del Estado es menor si hay más delitos.
Fuente: El Mercurio (Santiago, Chile) – 20 de septiembre del 2012