El crédito después de los 60 años

No es tarea fácil obtener financiamiento hipotecario para la vivienda una vez cumplidas las seis décadas. Pero la esperanza no tiene edad y hay ciertos elementos que pueden ayudar.

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por FELIPE ÁLAMOS UNDURRAGA

Rentas, patrimonio y salud». Ése es el trío que se debe conjugar para obtener un crédito hipotecario a los sesenta años de edad, afirma Carmen Vergara, directora de ACOP.

A esa edad la tarea de conseguir un préstamo es difícil pero no imposible, dice la experta, quien explica que por regla general las pólizas de seguros asociadas a los créditos bancarios ponen como límite de edad para pedir un crédito los 65 o 70 años y como tope para pagarlo los 75 u 80 años, dependiendo de la institución. «Creo yo que tener 15 años de plazo para cancelar es bastante razonable».

Similar es el pensamiento de Cristián Armas, presidente del subcomité de Comunicaciones de la Cámara Chilena de la Construcción, quien señala que «sesenta años todavía es una buena edad para pedir un crédito. No así los setenta, pues en nuestro país todavía existe una cultura bancaria que asocia el crédito a la persona y no a la propiedad o a la familia, que no puede heredar la deuda».

Altas exigencias

Lo cual no quiere decir que todas las puertas se cierren después de los sesenta. Así, por ejemplo, el Banco de Chile permite el ingreso de una persona hasta los 70 años y 364 días, aunque la edad del cliente más el plazo del crédito no puede exceder los 80 años y 364 días.

Ahora bien, los mayores de sesenta deben tener claro que los bancos no hacen excepciones y que no existen productos especiales para ellos.

Así, los requisitos básicos son casi los mismos que se hacen a los más jóvenes: «estabilidad en los ingresos; capacidad de pago; buenos informes comerciales y financieros; una garantía hipotecaria y -muy importante- una declaración de salud más exámenes médicos, que por lo general son obligatorios por la edad», señala Christian Meyer, gerente Hipotecario Bci.

En general, indican los expertos, se exige el índice normal solicitado a cualquier persona. O sea, que tenga un sueldo o pensión que supere 3 a 4 veces el dividendo a pagar.

Pero aparte de los ingresos, «la salud es otro aspecto fundamental a considerar», señala Cristián Armas.

Cuando ésta falla, «no son los bancos los que los rechazan, sino que las compañías de seguros», explica Christian Meyer, al referirse al seguro de desgravamen, que opera en caso de muerte e invalidez del deudor.

Es que para otorgar esta póliza las compañías exigen a los postulantes una serie de exámenes, que son más numerosos a medida que aumenta el monto solicitado.

«Por ello, fumar y las enfermedades crónicas son factores que pueden jugar en contra del solicitante», afirma Cristián Armas.

Datos útiles

A los sesenta, la salud no es tan fácil de arreglar. Pero hay otros elementos que pueden ayudar.

Señalan los expertos que si ambos cónyuges siguen trabajando, las posibilidades de conseguir el crédito aumentan, pues pueden sumar sus ingresos.

Importante es también el apoyo de los hijos, señala Cristián Armas, pues constituyen un excelente aval para los padres.

Otro consejo útil, dice Carmen Vergara, es no embarcarse en montos de créditos muy altos, como los superiores a 5.000 UF, porque los bancos comienzan a poner más exigencias. «Por eso es esencial poner un buen pie», afirma.

También pueden influir positivamente las pensiones que son permanentes ante una persona joven que puede quedar sin trabajo, como sucede con los jubilados de las Fuerzas Armadas. «Lo importante es la capacidad de pago», señala Meyer.

En definitiva, afirma Cristián Armas, «hoy tener 60 años no es un impedimento para comprar una vivienda mediante crédito hipotecario, aunque creo que se debe avanzar en iniciativas como la hipoteca revertida, que existe en otros países; crear créditos heredables o alargar aún más los plazos, como sucede en naciones desarrolladas, como Estados Unidos, donde se ofrecen créditos a 40 años «. Un aviso para a los legisladores y el mercado.

El pie es fundamental

Los expertos recomiendan en lo posible dar un buen pie, lo cual es factible a esa edad, porque generalmente se ha podido ahorrar. «Ni pensar en pedir un crédito del 100% a los 60 años», señala Carmen Vergara. «Si uno coloca un pie superior a 20% o 30% o entrega una vivienda en parte de pago las posibilidades aumentan».

Fuente: El Mercurio Domingo 12 de agosto de 2007

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